Page 60 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
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Editorial HL | Literatura Moderna
algún fantasma, que según Fausta, porque en efecto ella más tarde llego a
inspeccionar y decirnos que era esa piedra que nos heredó el hombre atacado, la cual
resultó ser un trozo de estrella, absolutamente brillante, directamente del espacio
exterior, incluso, he recordado el sitio en donde le han ocultado mis amigas las brujas.
Para cerrar la historia, me acuerdo que Fausta se rio con la cara llena de brillo al
tenerla en sus manos diciendo:
-Es peligrosa, mírala, luz traviesa; sino fuera yo, se me derretiría la mano, no debemos
verla por tanto tiempo. Tiene mucha magia y por lo mismo demasiados usos,
deberemos ser pacientes para gozar esta adquisición. Nunca se va a apagar. Sentencio.
Y así amigos míos, le creímos, porque Fausta no falla en esas cosas.
Desde ese día, mis amigas las brujas y yo nos dedicamos a atesorar la luz que tiro el
fantasma de la noche de san Bernardino. Esperando el día que vuelva a caer una
botella.
FIN
Y tras esa historia, mirábamos todos por la ventana, el cielo azul de ese paramo en
medio del llano, ya con mi maestro muerto, lo enterramos y las brujas cantaron.
Después de eso el resto es historia de otra noche más obscura. Porque apenas fue el
comienzo de mis aventuras, hasta llegar a este día, en pleno cementerio de Rockhills,
con mis amigos de todos los tiempos, gozando el mejor momento de nuestras vidas.
Epilogo.
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