Page 59 - Visiones de Alejandria | 3ra edicion | Editorial HL 2019
P. 59
Editorial HL | Literatura Moderna
En fin, mientras Nag le daba una cucharada de sopa de piedra a una anciana
vagabunda que venía cuidando a una pandilla de 7 niños, -Todos asesinados
injustamente antaño; yo me reía con un viejo y su esposa, que se quejaron
alegremente conmigo de haber sido sacrificados por sacrílegos, todo debido a sus
motivos para negarse a unirse en santo matrimonio según las normas de la iglesia,
presumiéndome que llevaban más de cuatrocientos años caminando juntos.
Y en eso yo recordé a Mónica.
Se fue muy rápida esa noche, mirando a mis vecinos salir de sus hogares asustados,
huyendo de los entes que cruzaron por sus casas para encontrarse con diez fantasmas
en el pórtico. Pocos recuerdan lo maravilloso de aquella noche de San Bernardino,
incluso yo vampiro, me aproveche y cobre algunas viejas cuentas, cayendo de entre los
arboles a los no creyentes, quebrándoles el cuello o colgándolos de las ramas más
altas.
Por otro lado, quienes a obscuras y juntos esa noche se quedaron, nada sufrieron, ni
siquiera vieron, incluso hubo unos que se durmieron velando.
Salió el sol, dieron las seis, paso la noche y cobro su saldo:
Nueve muertos, cinco en cama, de esos dos adultos de infarto, tres recién nacidos por
almas malvadas, unos raptados, otros amanecieron ya pálidos. Tres tirados en la calle,
entre golpeados e infartados con cara de asustados, ¡Ahh! Y uno que personalmente
hallamos, ya moribundo, medio devorado por una jauría callejera local…
Resulta que había sido atacado por todos los perros en el momento en que recogía una
piedra luminosa que se había caído al paso de la caravana, seguramente propiedad de
59