Page 62 - JESÚS — UN MAESTRO VERDADERAMENTE DEFINITIVO
P. 62
JESÚS — UN MAESTRO VERDADERAMENTE DEFINITIVO
corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados; y habiendo sido libertados
del pecado, os habéis hecho siervos de la justicia».
Note que Pablo habla de ser «libertados del pecado». Anteriormente él había argumentado que
aquellos que son hijos de Dios ya no están bajo el «dominio» del pecado. Palabras como
«reinar», «presentar», «dominio» y «obedecer» se usan para referirse tanto a los hijos de Dios
como a los hijos del diablo. Así que, la principal diferencia entre los dos está determinada, no
por la fe sola, sino en cambio, por la fe acompañada de obediencia a la voluntad del Padre (comp.
Mat. 7:21ss).
Tercero, hay una diferencia entre ser «simiente de Abraham» y ser «hijos de Abraham». Jesús
dijo: «Sé que sois descendientes de Abraham; y sin embargo, procuráis matarme porque mi
palabra no tiene cabida en vosotros» (v. 37). Pero, a la vez negó que fueran hijos de Abraham
(v. 39). En otras palabras, era posible ser un descendiente físico de Abraham (como podían
reclamar los judíos) ¡sin tener en lo absoluto alguna conexión espiritual con Abraham! Aquellos
que realmente eran hijos de Abraham eran quienes tenían el mismo tipo de fe que poseía el
patriarca—es decir, una fe obediente (comp. Gén. 22:18; 26:5; Stgo. 2:20-26). De igual manera,
los hombres hoy deben aprender que es posible que alguien afirme que es cristiano ¡sin tener
en lo absoluto alguna conexión espiritual con Cristo! En Gál. 3:26-29, Pablo nos informa de
aquellos que tienen el derecho de reclamar que Abraham es su padre espiritual:
«Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis
bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo,
entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa»
Cuarto, Jesús argumentó su caso lógicamente. Se presentaron dos muy sencillos argumentos los
cuales describen a Jesús como alguien riguroso con la verdad. En cada caso, solamente se
establece la premisa principal, pero yo terminaré el argumento, ya que los judíos estaban en la
total capacidad de alcanzar las conclusiones implicadas en los argumentos de Cristo.
1. Si ustedes fueran hijos de Abraham, harían las obras de Abraham (v. 39).
2. Pero ustedes no hacen las obras de Abraham.
3. Por lo tanto, ustedes no son hijos de Abraham.
Y
1. Si Dios fuera el Padre de ustedes, ustedes me amarían (v. 42).
2. Pero ustedes no me aman.
3. Por lo tanto, Dios no es Padre de ustedes.
En ambos casos el argumento es válido y correcto. ¡Y Jesús ha sustentado su caso! Pero, lo más
importante, es que esta es otra ilustración de la metodología de Cristo. Cuando encontraba error
doctrinal y/o moral, nunca comprometía la verdad. Nunca fue grosero, tirano o irrespetuoso
¡pero no se comprometía con el error! ¡ASÍ DEBEMOS SER TODOS NOSOTROS!
61