Page 276 - Resiliente
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El me miro y observe que su boca estaba a punto de negarlo,

                                    pero luego asintió lentamente, le tendí mi rifle a Máximo que
                                    recibió con debilidad, y comencé a bajar las escaleras mien-

                                    tras este se quedaba allí en la entrada, en silencio, haciendo
                                    guardia, sabia que confiaba en el, pero de igual forma se que no

                                    debe tener muchas fuerzas en este momento.



                                    Cuando llegue al estacionamiento, extraje mi pistola y avance
                                    con ella en alto hasta dar con los cuerpos, por un lado estaba

                                    el de la madre de Máximo, que había caído de cabeza, y estaba
                                    boca abajo con las piernas y los brazos en un ángulo raro,

                                    gire la mirada para no tener que ver eso, había sido sensato
                                    decirle a Máximo que me lo dejara a mí... cuando mire a Cleo,

                                    estaba boca arriba, como si estuviese dormida, me aproxime len-
                                    tamente y me agache sobre ella, sin duda alguna parecía estar

                                    durmiendo, tome sus brazos y sus piernas y las coloque en una
                                    posición en la que pudiera cargarla, pero repentinamente escu-

                                    che un siseo en su pecho, entonces observe que tenía los ojos
                                    abiertos, dilatados y fijos en mí.



                                    Retrocedí dando tumbos, horrorizado... se había convertido,

                                    pero se había partido la espalda, no podía moverse, me mostro
                                    sus dientes, deformando su antigua expresión que todos había-

                                    mos sabido apreciar de formas inexplicables, la mire en esa
                                    terrible existencia y reuní valor...

                                    No iba a llevarla así, no se lo merecía... saque mi cuchillo,
                                    y levante su nuca, me aproxime hasta a ella, y apenas esta pudo

                                    abrir los labios de la parálisis que ahora dominaba su cuerpo.



                                            —Lo lamento. —dije con voz temblorosa acariciándole
                                    la densa cabellera.



                                    Cerré con fuerza los ojos y coloque el cuchillo en la nuca,

                                    suspire y finalmente la libere de aquella horrible existencia,
                                    limpie la herida lo más rápido posible con una botella del

                                    alcohol, y amarre bien una cura detrás de la herida, la cual
                                    tape con el cabello, no se vería ni sangraría a partir de




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