Page 273 - Resiliente
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Se nos estaba resbalando... Entonces escuche el sonido de una
puerta siendo destrozada y el gemido de un Z, gire la cabeza
y atraído por los gritos mire hacia el fondo del apartamento,
ahora quien venia era del padre de Máximo, un ser macizo como
una nevera salía del pasillo, levantaba sus largos y volumino-
sos brazos y avanzaba directo hacia mí.
—¡Máximo! –grite yo.
Máximo lloraba desconsolado y sujetaba a Cleo con todas sus
fuerzas, si yo le soltaba el brazo a Cleo, tanto Máximo como
ella se iban a ir por la ventana y el H no cedía de morder
y sujetar a Cleo de la ropa.
—¡Máximo! –Grite cuando vi al Z más cerca.
El padre de Máximo estaba pocos metros,me asome por la ventana
una vez más para ver la tez pálida y dolorida de Cleo, pero de
ese rostro emergió una mirada de serenidad y valentía que no
puedo describir.
Los ojos oscuros de Cleo pasaron de mí hacia Máximo y finalmente
esbozo una sonrisa, ella misma abrió las palmas de sus manos
dejando mi antebrazo, mis manos resbalaron y caí de espaldas,
en ese momento Máximo se inclinó sobre la ventana precariamente
negándose a dejarla ir...
Antes de que se cayera le agarre de las piernas observando
al enorme Z precipitarse sobre mí, subí la pierna horrorizado
y lo retuve, pero entonces Máximo dio un alarido final y observe
como se iba de espalda por inercia a la caía de Cleo.
Cuando me libere patee al Z y saque mi pistola, mi dedo disparo
tres balas, de las cuales dos de ellas impactaron el pecho
y la ultima el cuello, el enorme Z cayó de bruces sangrando y
convulsionando, me incorpore y mire la mano morada de Máximo
por la presión que había ejercido, estaba sentado justo a mi
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