Page 268 - Resiliente
P. 268

—Y encontré un buen número de balas tanto para este juguete

                                    como para la pistola. —dije, Máximo asintió sorprendido.
                                            —Excelente, deberíamos revisar esos tanques, más seguido.

                                            —Sí, deberíamos.



                                    Permanecimos en silencio por un instante, mire a Máximo obser-
                                    var la residencia con algo de dolor, puedo discernir ese nudo

                                    en la garganta que se le forma a la gente cuando ve algo dolo-
                                    roso para los recuerdos.



                                            —Bueno... a lo que venimos.

                                            -Esta toda cargada. —dije mientras le extendia la nueva
                                    pistola junto a unos cargadores.



                                    El asintió lentamente y los tres nos dirigimos a la oscuridad

                                    de los apartamentos.



                                    Cuando entramos en el corredor principal, nos llegó el hedor
                                    de cientos de personas en estado de descomposición, levante

                                    el fusil, y tal había visto en las películas camine revisando
                                    todo recoveco que se aparecía en mi campo visual, Máximo iba

                                    atrás, obviamente, dejándome a mí, el más equipado, revisar la
                                    zona, cuando entramos por la doble puerta de vidrio (Que esta-

                                    ba destrozada) que daba el paso oficial a los apartamentos y a
                                    sus escaleras, encontré dos cuerpos junto a los espejos de las

                                    paredes, estos estaban manchados con su sangre, y ambos estaban
                                    en tal estado de descomposición y deterioro que me resultaba

                                    imposible discernir incluso el sexo.



                                    No era difícil pensar como habían fallecido, iban bajando
                                    las escaleras (a juzgar por las huellas en el polvo del piso

                                    de granito) y fueron acorralados por los Z en la entrada...
                                    eso quien sabe hacia cuanto tiempo.



                                    Comenzamos a subir, y la sombra fue tal, que tuve que encender

                                    la linterna, para poder guiarnos a travez de las escaleras,
                                    pero fue univitable que me invadiera la nolstalgia.




                   268
   263   264   265   266   267   268   269   270   271   272   273