Page 271 - Resiliente
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     Máximo volvió a suspirar y comenzó a caminar hacia las habita-
                   ciones yo entre lentamente detrás de él, con el fusil en
                   las manos y llegue hasta la cocina, donde vi un charco de san-
                   gre y un montón de huesos que no supe identificar pero me imagi-
                   ne que era... más allá, había una pajarera cuyas rejas estaban
                   retorcidas y llenas de plumas, también allí había mucha sangre.
                   Entre en el pasillo de las habitaciones y mire a Máximo que se
                   había puesto de pie en la habitación de su padre y toco lenta-
                   mente el pomo, en estos momentos pude ver el llanto mudo en el
                   rostro de Máximo, me miro y retrocedió con lentitud, los tres
                   volvimos a la sala para recobrar el valor, Máximo suspiraba con
                   fuerza y de repente escuchamos el sonido.
                   Levante mi rostro, y mire el ensangrentado, grisáceo y poseso
                   cuerpo de la madre de Máximo mirándonos, estaba en una bata de
                   dormir toda ensangrentada. Sentí un golpe en estómago y levante
                   el rifle, Máximo inmediatamente estiro la mano y bajo el arma.
                          —Esto lo debo hacer yo.
                   Cleo y yo retrocedimos unos metros, Máximo se apartó de la tra-
                   yectoria y levanto la pistola apuntándole justo a la frente, de
                   repente Cleo se desprendió de mí y desapareció por el pasillo
                   lateral, avance pero me detuve mirando que el Z comenzaba
                   a temblar, fue cuando comprendí el grave error.
                          —Lo siento Mamá... Te amo.
                   Lo que yo había pensado había sido un Z, lanzo un alarido
                   y se lanzó contra Máximo, este quedo gélido y no pudo disparar,
                   el Histérico le tomo de la franela y le lanzo contra la pared,
                   todo paso en fracción de segundos, en eso la figura de Cleo se
                   plantó por detrás del H y la tomo de la bata, lanzándola hacia
                   atrás, repentinamente el H lanzo un alarido de furia y empujo
                   a Cleo hacia el ventanal, esta lanzo un grito, y se precipito
                   rompiendo el vidrio a sus espaldas por la fuerza del empujón
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