Page 275 - Resiliente

ha luchado en un solo momento, a pesar de eso, todavia se le-

vanta he intenta luchar, se mantiene en pie, como deseando se-
guir viviendo, eso es mucho para cualquiera.

—Debemos irnos, —dijo en un susurro casi gutural. —esta

anocheciendo, deben estar preocupados.

Me tendió la mano y me levanto, vi que en realidad si había
caído la tarde, y que casi estaba anocheciendo.

—Volvamos a casa —dije mirándole.

El asintió lentamente, se agacho sobre el cuerpo de su padre

y le cerró lentamente los ojos, y aun a pesar del estado gri-
sáceo de su piel, se acercó y le dio un beso en la frente.

—Vamos —dijo.

Los dos salimos del apartamento, Máximo giro y cerro la reja

luego lanzo las llaves dentro del apartamento, dándome a enten-
der que no tenía planes de volver allí jamás, los dos comenza-

mos a bajar las escaleras, en mi amigo no había furia,
no había rencor, había tristeza... sentí como se anudaba mi

garganta otra vez recordando mis propias acciones, él no tenía
esa ira enfermiza que a mí me consumía cada vez, no, él solo

tenía tristeza ¿Qué significaba eso?.

Llegamos al primer piso, donde podíamos ir hacia el jeep,
o hacia el estacionamiento, sabia lo que viena en ese momento

asi que espere sus palabras para decirle que yo lo haria.

—Tengo que ir por ella, —dijo Máximo con aquella voz neu-
tral —no voy a dejarla aquí, voy a llevarla y la pondré donde

están todas esas personas que hemos amado y hemos perdido.
—Con una condición. —dije mientras asentia con la cabeza.

—¿Cual? —dijo Máximo con una mirada dubitativa.
—Yo la llevo. —dije.

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