Page 264 - Resiliente
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Había olvidado quitarle el volumen al maldito equipo, me habían

                                    encontrado, me levante y mire que unos veinte o treinta estaban
                                    muy cerca, el primero se aproximó hacia mí y recibió un hachazo,

                                    el otro se acercó corriendo (Un H) y abanique tres veces
                                    partiéndole la cabeza.



                                    Eran demasiados como para enfrentarme a todos, me gire rápida-

                                    mente y observe que de un costado había una motocicleta
                                    fusionada con la pared de yeso, corrí hacia ella y  el saque

                                    del hueco, del otro lado estaba el cadáver de un tipo que
                                    se había estrellado con ella y había aplastado su cabeza contra

                                    la pared, la llave aún estaba en la motocicleta, comencé a gi-
                                    rarla y la moto no encendió a la primera, los Z se agruparon

                                    y comenzaron a rodear la tienda.



                                            —Me cago en todo. —dije lanzándole un golpe.



                                    Finalmente la moto encendió con un rugido y acelere, jamás
                                    había manejado una maldita moto, Salí disparado aferrándome

                                    al manubrio a una velocidad aterradora y comencé a dar vueltas
                                    de un lado para otro, pero me había alejado de los Z finalmente,

                                    intente cobrar estabilidad y Salí disparado hacia la calle
                                    lateral al Park Hotel, aún no había señal de Máximo, agarre

                                    la radio cuando me hice con el parcial control de la moto.



                                            —¡Máximo donde estas! —grite.
                                            —¡Estoy por la Don Tulio y hay demasiados!

                                            —¡Sal de allí ahora!
                                            —¿Y tú? –Grito Máximo.

                                            —¡NOS VEMOS EN LA RESIDENCIA DE TUS PADRES! —grite cuando
                                    vi un bloqueo de cemento frente a la estación de policía.



                                    La rueda principal se estampo contra el cemento y salí dispa-

                                    rado hacia delante, caí rodando y sentí un agudo dolor
                                    en la mano, la adrenalina me invadia, los Z salían de todos la-

                                    dos, corrí de nuevo hacia la moto, sin que me importara, maldi-
                                    ciendo y acelere una vez más alejándome de allí.




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