Page 80 - Resiliente
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Sin duda alguna,en esos momentos estaba pensando en Cleo, yo

                                    por mi parte, intentaba como podía por alejar los pensamientos
                                    de Camila de mi cabeza, estaba intentando convencerme a mí mis-

                                    mo de que las chicas si sabían cuidarse solas, y que estarían
                                    atrincheradas esperando tal y como les dijimos.



                                    Repentinamente escuchamos las ollas, Máximo se levantó primero

                                    con el arma en alto y yo me incorpore más lentamente, mire a
                                    los lados y observe la habitación principal donde estaban Mauro

                                    y Laura pasando la noche, nosotros estábamos en la sala junto a
                                    la puerta acostados en los muebles, Máximo prendió la linterna

                                    y señalo hacia la ventana con un movimiento, yo me levante y
                                    agarre la escopeta entre mis dos manos y camine hasta allí, me

                                    asome y observe la avenida por un costado ya que la ventana de
                                    Mauro daba para la parte trasera.



                                            —Parece despejado —dije susurrando.



                                    Máximo se encogió de hombros y los dos salimos lentamente hacia

                                    la puerta y luego hacia el pasillo, me agazape contra la pared
                                    y luego salte hacia el pasillo de un brinco, y vimos la sombra

                                    lejana de un gato negro comiéndose a un ratón, Máximo maldijo
                                    varias veces en voz baja, los dos vimos los ojos brillantes

                                    del gato y me pregunte si sería posible que uno de esos anima-
                                    les resultara infectado, para no arriesgarnos retrocedimos

                                    un poco y regresamos al apartamento sin pisar el cable con las
                                    ollas como trampa, para evitar hacer ruido.



                                    Sin decir nada más nos acostamos de nuevo y pasamos el resto de

                                    la madrugada tranquilos, cuando comenzó a verse el destello del
                                    alba a lo lejos, me levante y observe que Máximo roncaba,

                                    mierda, si pudiera describir como ese pendejo ronca tardaría
                                    todo el día, pero no lo haría, sin duda ese tipo roncando

                                    era un peligro para atraer zombis, camine de nuevo hacia
                                    la ventana y escrute el lateral de la calle y más allá

                                    la avenida Las Américas.






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