Page 23 - BI TESTI SU.indd
P. 23
LÁGRIMAS DEL CORAZÓN
con un hombre recto cuyo único mérito es haber seguido a ese
Profeta?
Shams al – Tabrizi contestó tranquilamente:
- ¿Por qué entonces Bayazid suplicaba a Allah para que
haga su cuerpo tan grande que llene el Infierno entero, sin dejar
sitio para los malhechores? Dijo también: “¡Mi gloria es grande!
¡Me glorifico!” – después de haber sido testigo de unas pocas
manifestaciones divinas, mientras que el Profeta, que Allah le
bendiga y le de paz, pedía más con mucha humildad aunque
había sido testigo de incontables manifestaciones divinas?
Aquella explicación le llevó a Rumi (ﻩﺮﺳ ﺱﺪﻗ) al último punto
sobre el cual la razón podía ayudarle, y le fue imposible contestar
a la pregunta desde su estado de consciencia. Entonces Shams le
dio otro empujón con el arma de la experiencia Divina. Lo que
estaba más allá de eso era el mundo ilimitado de la Presencia de
Allah. De esta manera Shams llevó a su interlocutor, inconsciente
de su estación espiritual, al viaje hacia los horizontes del mundo
espiritual.
Bajo el impacto de este repentino salto hacia adelante, Rumi
(ﻩﺮﺳ ﺱﺪﻗ) contestó lo siguiente, como si fuera un asunto de una
ciencia externa o racional que hubiera aprendido:
- Las palabras de Bayazid con las que se había alabado fueron
la expresión de la saturación de su sed espiritual a causa de las
limitadas manifestaciones divinas. Por lo tanto, no necesitaba más.
Entró en un estado de éxtasis. El océano no tenía límites, pero
esa fue la cantidad que podía manejar. Por otro lado, el Profeta
Muhammad, que Allah le bendiga y le de la paz, fue bendecido
con el secreto que expresa la ayah “¿Acaso no te hemos abierto
22