Page 46 - BI TESTI SU.indd
P. 46
LA BOTIJA DE AGUA
- Devolvedle la botija llena de oro. Cuando quiera
regresar su lugar, llevadle al Tigris. Ha venido todo este
camino por el desierto. Le será más fácil volver en barco.
Cuando el beduino embarcó y vio el Tigris, se postró
avergonzado, pensando:
- ¡Qué grande es la bondad del Rey! ¡Es algo excepcional,
el hecho de que me haya aceptado este regalo de agua, yo
que soy un siervo suyo tan insignificante!
EL MATHNAWI:
“Haz de saber, oh hijo, que todo en el universo visible es
como una botija llena hasta el tope de sabiduría y belleza. Y
que, además, todo lo que contiene este universo no es más que
una gota del Tigris de Su Belleza. Esta Belleza era un tesoro
escondido que, debido a su cantidad, rebosó e hizo que la tierra
fuese más luminosa que el cielo. Cuando surgió, adornó la tierra
con ropas de una belleza extraordinaria. Si el beduino hubiese
visto nada más que una gota del Tigris Divino, habría destruido
inmediatamente su botija. Los que la han visto, siempre se
pierden –como el que está fuera de sí, lanzan las piedras contra la
botija de su existencia. Los que lanzáis las piedras a la botija por
celos, habéis de saber que la botija puede perfeccionar vuestro
estado cuando quede destruida. El recipiente queda destruido
pero el agua no se derrama. El hecho de haber quedado hecha
añicos ha aumentado sobremanera su solidez. Cada átomo
está en el trance del éxtasis, aunque visto desde el punto de
vista de la razón puede parecer absurdo. En este éxtasis no hay
45