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LÁGRIMAS DEL CORAZÓN

                      “Dado que la pobreza es un espejo de la generosidad, tened
                  cuidado y sabed que es dañino soplar al espejo.”
                      Esta máxima significa que las palabras con las que insultamos
                  a un pobre, le rompen el corazón. Su corazón se humedece,
                  como un espejo sobre el que alguien sopla. Pierde su claridad y
                  profundidad y, en consecuencia, pierde la capacidad de reflejar la
                  belleza de la generosidad. Normalmente nuestras buenas acciones,
                  sacrificios y donaciones nos parecen de gran sustancia. Esta
                  impresión equivocada nos engaña y ocupa nuestra mente. Nos
                  llena de satisfacción. Ya que no tenemos consciencia del Tigris ni
                  de su Dueño, una simple botija de agua nos parece un océano.
                      Nuestros deseos mundanos nunca se acaban. Nos jactamos
                  pensando que lo que poseemos nos pertenece por derecho
                  natural. Cuando se nos pide un pequeño sacrificio, nuestro
                  comportamiento cambia como si se nos hubiese pedido que
                  nos deshiciéramos de nuestras pertenencias. Como resultado,
                  el claro, brillante y delicado espejo de confianza y generosidad
                  queda manchado.

                      Allah Todopoderoso ha revelado en el Qur’an:
                      “Por eso, no abuses del huérfano. Ni ahuyentes al mendigo.”
                  (Duha, 93:9-10)
                      Rumi (ﻩﺮﺳ ﺱﺪﻗ) dijo:

                      “La gente de gran belleza física busca espejos claros, y para
                  que se vea la generosidad hacen falta los pobres y desamparados.
                  Un bello rostro se refleja en el espejo, y la belleza de los que
                  ayudan a los necesitados se refleja en el pobre y en el mísero.”
                      El espejo puede esclavizar a las personas apuestas que
                  constantemente se vuelven hacia él en su afán de confirmar
                  su belleza. Incluso se miran en las ventanas manchadas de las
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