Page 396 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
tocaba asumir como presentador del reinado horas más adelante. Juan Manuel nunca
me dejo solo, por eso insisto en mi comentario de que éramos un equipo de trabajo
imbatible. Toda la tarde me aisló completamente, me acompaño con la fuerza mental
que necesitaba para mi recuperación, hablo con el jefe de zona, Herbert Hernández, le
dio un parte de tranquilidad respecto a la coordinación, programación y realización de
nuestra participación, en la coronación de la reina en la noche. Ni la organización del
reinado ni el equipo de trabajo de Coca-Cola se dieron cuenta de mi crisis.
A las 8 de la noche, Juan Manuel vio con éxito que su trabajo había sido completamen-
te satisfactorio. Me recogió en el hotel, mi voz y mi tranquilidad mental estaban en su
plenitud, nos enrumbamos hacia el coliseo del pueblo, en el trayecto, Juancho seguía
con su enorme trabajo de apoyo, de solidaridad y confianza sin que yo me diera cuenta,
ya después, con el tiempo, caí en cuenta de lo que Juan Manuel había hecho por mí y
lógicamente por Coca-Cola. Esa noche estuvimos espectaculares, el público, la organi-
zación del reinado, la alcaldía, gobernación, etc. No cesaban con los elogios para Co-
ca-Cola y la competencia, arrumada. Yo me sentía como en Cartagena, en el reinado
nacional de la belleza, que muchas veces asistí pero nunca como presentador oficial,
como si lo hice aquí en la Mesa de Juan Díaz en el departamento de Cundinamarca.
Por eso, para Juan Manuel Bejarano, mi reconocimiento de gratitud eterna, ya que,
sin su apoyo profesional como jefe incondicional, como amigo y compañero de trabajo,
no lo habría logrado. En la actualidad, cuando nos encontramos todos los “Foráneos”,
la pasamos del carajo y todas esas aventuras en Coca-Cola valieron la pena, ya que
nuestra amistad cada día se solidifica más.
Nuevamente mil gracias para Juan Manuel, que es el símbolo del profesionalismo y
amistad en cualquier etapa de la vida.
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