Page 170 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza



            corría los riesgos que circundaban a la selección, más si eran tiempos de
            ‘tempestad y vacas flacas’. No había la infaestructura con la que cuenta
            hoy la FEF, ni tampoco brotaban los recursos económicos, que en la
            actualidad fluyen como un manantial.

            A lo mejor, me obnubilé, porque era la primera vez que nombraban a
            un técnico ecuatoriano para dirigir en las eliminatorias. La aceptación
            era unánime en los diferentes círculos. La dirigencia estaba convencida
            y el periodismo alentó la nominación. Es cierto, que es otro registro
            que me pertenece, pero después supe que lo óptimo era seguir atado a
            Nacional y a su hambre de gloria. Un sentimiento que fomenté y pegó
            hondo en todas las esferas del club.

            Los jugadores no sentían orgullo al ser nominados para jugar en la
            selección. Varios huían a la responsabilidad, les quemaba la Tricolor.
            Marqué un plan ambicioso, pero la indisciplina era un virus. Terminé
            excluyendo  a  ocho  jugadores,  porque  no  se  ajustaban  a  las  normas
            establecidas.


            Resultamos eliminados, no hubo forma para enderezar el barco.
            Empatamos 1 a 1 frente a Perú en Quito. Fue el único gol que
            conseguimos en las eliminatorias, lo marcó Fabián Paz y Miño. Chile
            nos ganó 1 a 0 en Guayaquil con anotación de Miguel Ángel Gamboa.
            En Lima caímos 4 a 0, con dos goles de Juan Carlos Oblitas, uno de
            José Velásquez y el restante de Alejandro Luces y, en Santiago nos
            despedimos con un concluyente 3 a 0. Dos dianas de Elías Figueroa y
            una de ‘Pata Bendita’ Castro nos sumieron en la oscuridad. Carecimos
            de fuerza y gol en la vanguardia, pese a que llamamos a Ángel Luis
            Liciardi, que era el terror de los arqueros ecuatorianos. Brasil y Perú
            ganaron sus cupos para jugar en la cita de Argentina. Bolivia que fue el
            otro clasificado, perdió el repechaje ante Hungria.


            LA infAMiA dEL ‘CAMiSETAzO’


            El carrousel del fútbol me llevó a Manta para dirigir al equipo de esa
            ciudad en 1979. Universidad Católica había jugado el último partido
            en Ambato. Le ganó a Emelec con un tiro penal y se proclamó campeón

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