Page 311 - LIBRO ERNESTO
P. 311

Capítulo 14



               Recibí el Collar de Honor al Mérito Deportivo de manos del propio
               Nicolás Leoz, y el botón de la Conmebol me colocó Luis Chiriboga
               Acosta. Ya estaba entre los grandes del fútbol de Sudamérica y sentí
               que el  pecho  me explotaba. Adicionalmente, me entregaron varios
               presentes: un hermoso reloj de la CSF, una maleta con el logotipo,
               varios libros con la historia de la Conmebol y del fútbol sudamericano.
               Un acontecimiento irrepetible. Para mi y para mi famila.






























               Las mujeres del 'Clan' Guerra, encabezadas por su esposa Luz América, no podían faltar en
               la jornada luminosa de Asunción. Una postal para el recuerdo. Una huella de triunfo.


               Jamás podré olvidar los gritos de felicidad de mis nietos, que no
               tuvieron la dicha de ver a su abuelo dar vueltas olímpicas ni como
               jugador ni como técnico. Que no habían palpado la dimensión de mi
               trayectoria. Esa mañana supieron a miles de kilómetros de Quito, que
               había  realizado muchas cosas importantes en mi carrera  deportiva.
               Que fortuna me ofreció la vida para festejar con los que más quiero,
               este halago maravilloso que me ofreció el fútbol del continente.

               Terminada  la  premiación  nos  dirijimos  a  un  hotel  de  Asunción,  en
               cuyos salones estaba preparado un festejo especial, programado por

                                                Memorias de un triunfador  311
   306   307   308   309   310   311   312   313   314   315   316