Page 93 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 5
Un duelo que sacaba chispas: Eduardo Zambrano, insigne capitán de Liga y Ernesto Guerra,
el líder azulgrana. La espectacular chilena de Zambrano frena la arremetida de Guerra.
Antes de comenzar el partido, en el intercambio de banderines
con Eduardo Zambrano, que era el capitán de la ‘U’ me estrechó la
mano y me dijo: “En cualquiera de las dos manos está bien merecido
el campeonato”. “Que así sea”, le riposté en mi condición de capitán
azulgrana. Ganamos 3 a 0. Terminado el partido, se acercó Zambrano
y me felicitó. Eduardo era un hombre con gran temperamento. Un
gran capitán, a medida y semejanza de Liga, un equipo con jerarquía y
tradición. El fue uno de los grandes zagueros centrales que tuvo LDU
en todos los tiempos. Un caballero y amigo en toda la dimensión del
calificativo.
El fútbol siempre estuvo repleto de polémicas. Rodeado de apuestas
originales, como aquellas de poner en juego el bigote o fungir de
lustrabotas para pegarle una cepillada en público a los zapatos del
ganador. Un partido dura más de 90 minutos. Está el antes y el después.
El sabroso preámbulo y las cargadas posteriores a los derrotados. En
el medio, como sánduche, el juego propiamente dicho. En la brega
éramos viriles y frontales, malas intenciones nunca. Era una lucha de
hombres con carácter y temperamento ganador. Y tras el pitazo final,
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