Page 96 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
Tras ese partido comencé un doloroso y complicado proceso de
recuperación. No jugué el partido de vuelta en el estadio Hernando
Siles de La Paz, tratando de llegar a punto al choque de desquite en
La Bombonera frente a Boca Juniors. Volvimos a empatar con los
bolivianos, esta vez a dos goles por bando. Kléber Ordóñez y el ‘Chivo’
Mario Galárraga marcaron los tantos.
Arribé a Buenos Aires con la firme ilusión y la profunda esperanza
de jugar desde el arranque. Había descansado varios días, estuve bajo
estrecha vigilancia médica, me sentía en buenas condiciones que las
demostré en la práctica del famoso reconocimiento de la cancha del
mítico estadio argentino.
La prensa bonaerense que cubrió el entrenamiento, coincidió en
señalar que los que mejor impresionaron en el ensayo, fueron el
arquero rosarino Esteban Allende y el delantero ecuatoriano Ernesto
Guerra. Tenía semáforo en verde. Todo parecía estar en completo
orden, después del susto del desgarro.
En la concentración azulgrana esperando el partido ante Boca Juniors en La Bombonera
que marcó su despedida como jugador. Junto a Esteban Allende y Edison Paucar.
En la mañana del día mismo del partido, el 26 de febrero de 1965,
Juan Ruales que era el técnico de ese equipo nos llamó a una
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