Page 80 - Bochaca Oriol, Joaquín Democracia show
P. 80

xhosas del Africa del Sur dan al territorio de aquella República. Su objetivo confesado es la toma
                  del poder y la eliminación física de los blancos. Cuando lo logren, se proponen rebautizar el país,
                  dándole el nombre mencionado. Pero el caso es que nunca existió una Azania en la realidad. En la
                  ficción, sí. Fue el nombre que dio el escritor inglés Evelyn Waugh a un país imaginario, africano,
                  cuyos naturales eran harto cretinos, en su libro Black Mischief (Fechoría Negra). Por cierto que el
                  gobierno etíope se dio por aludido, interpretando que el escritor se refería a Etiopía en aquel libro,
                  y a Waugh se le prohibió la entrada en el país y se le declaró persona non grata.

                  El mismo caso se da con Namibia, nombre que los guerrilleros, los terroristas, los libertadores, -o
                  como quiera llamárseles-, del territorio del Africa del Sudoeste reservan al país cuando logre su
                  independencia. En ningún mapa, tratado geográfico o diccionario hemos visto referencia alguna a
                  Namibia o a su origen por la sencilla razón de que no lo tiene.    Es una afabulación más. Hay más
                  la organización subversiva que, lucha contra el ejército sudafricano se llama, a sí misma,
                  S.W.A.P.O., iniciales de la South West African Political Organization, que significa Organización
                  Política del Africa del Sudoeste. Tal organización actúa desde aproximadamente 1974, con lo que
                  sabemos que el nombrecito debe ser posterior a esa fecha, pues, de lo contrario, se habrían
                  autodenominado Namibia Political Organization.

                  Tampoco existe justificación alguna para el nombre de Zambia, dado a la antigua Rhodesia del
                  Norte y extraído de la nada. Y lo mismo cabe decir de lo que ciertos cenáculos europeos y
                  americanos han inventado con el nombre de Negritud, auténtico camelo cultural. ¿Cómo puede
                  hablarse de cultura cuando no se ha sido capaz de crear siquiera un idioma con una gramática
                  ¿Arte negro Leamos lo que en cierta ocasión escribió el crítico de arte francés Max-Pol Fouchet
                  para definir el llamado Arte Negro
                  Nos encontramos ante un arte del contenido y de lo real invisible... Ante numerosos estilos mixtos,
                  que dan testimonio no sólo de la prodigiosa. diversidad del arte africano, sino también, de la
                  manera más absoluta, de las dos postulaciones esenciales de la creación artística, y aquí Africa
                  habla en nombre de todos los pueblos. Arte de lo monumental sin énfasis.    Arte del silencio. De la
                  evidencia.    Arte de lo Absoluto. Arte que sólo excepcionalmente representa a los dioses, aunque
                  representa siempre su presencia. Arte de lo sagrado, pues lo sagrado no es independiente de la
                  vida de Africa. Arte que nos lleva, para utilizar palabras de Klee hacia las insondables
                  profundidades del soplo primordial y, lejos de limitarse a la copia de lo visible, se anexiona la parte
                  de lo invisible ocultamente apercibido (130)

                  Leamos y releamos estas palabras no tienen sentido. ¿Qué diablos puede ser lo real invisible ¿O
                  las postulaciones esenciales del Arte ¿Quién puede explicar lo que son las insondables
                  profundidades del soplo primordial ¿Y lo invisible ocultamente apercibido Todo esto no es ni
                  siquiera cómico. Es puramente demencial.
                  Que un bon vivant como el esteta marxista Fouchet diga palabras sin sentido semántico alguno es
                  triste. Pero que Paris-Match ponga como pié de foto de una espantosa escultura lwalwa Podría
                  tomarse por un Picasso es auténtico, y deprimente. Deprimente para los lwalwa, claro.    Si bien
                  Picasso perpetraba aquellos engendros para explotar el snobismo de los más y, por otra parte, por
                  lo menos sabía dibujar.    Por que lo esencial, por otra parte, no se ha dicho. Se quiere que
                  admiremos, como obras de arte unos objetos que, en el espíritu de sus creadores no lo eran.
                  Eran fetiches destinados a crear y a contrarrestar conjuros de los espíritus malignos. Se quiere
                  crear, de matute, un arte negro a posteriori, y expresarle mediante un argot típico, formulando sus
                  leyes e imponerlo al universo como un arte superior.

                  Se nos pretende mostrar lo que no existe. El arte negro fue inventado en París, hacia 1910, por
                  marchantes sionistas, firmemente decididos a mixtificar a sus contemporáneos, pero la realidad es
                  que las artes plásticas nunca han existido en Africa Negra. Que a infantiles monstruosidades se las
                  califique de neo-expresionistas, surrealistas o de insondables profundidades del soplo primordial
                  no cambiará el hecho de que la llamada Negritud cultural es un despampanante timo.
                  El objetivo de ese timo, aun cuando inicialmente fuera, tal vez un negocio de marchantes
                  desaprensivos, consiste en imprimir en la mente colectiva de las masas esta idea idiota Los negros
                  son superiores a los blancos.    Así James Baldwin, juntaletras negro-americano declaró
   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85