Page 201 - Pacto de silencio
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siguientes conclusiones:
Que las causas de este síndrome o intoxicación por aceite adulterado, pueden ser:
Una droga que actúe bloqueando la colinesterasa, o bien un tóxico de estructura
parecida a la acetilcolina, pero que no responda a la acción de la colinesterasa.
Por otra parte, este veneno, actúa inhibiendo el sistema parasimpático, cuyo
mediador químico es la acetilcolina, produciéndose por antagonismo una
simpacotonía, responsable del llamado síndrome seco (sequedad de ojos y
orofaríngea), y de las alteraciones en el ritmo cardíaco, taquicardias que pueden
llevar al enfermo a una insuficiencia cardiaca.
A la vista de nuestra teoría, establecimos un tratamiento con los siguientes
medicamentos:
1) Un corticoide, el fosfato disódico y acetato de betametasona (Celestone
Cronodose), por las siguientes razones:
Por su potente poder antinflamatorio, por su indicación en todas aquellas
intoxicaciones, de origen desconocido.
Por sus características, acción rápida y efecto sostenido, por la comodidad de su fácil
administración y dosificación. Porque empleando dosis bajas, hemos obtenido unos
resultados realmente sorprendentes. Por su acción euforizante, en estos enfermos de
ánimo decaído. Porque aumenta el apetito, ganando pesos rápidamente los enfermos.
Porque a las dosis que hemos utilizado, no hemos tenido efectos iatrogénicos,
propios de los corticoides.
2) Gangliosidos titulados en ácido N-acetilneuraminico - (Nevrotal), para prevenir
la degeneración axonal retrograda, y como restaurador de la conducción nerviosa.
3) Un preparado de acción estimulante de las síntesis enzimáticas, desintoxicante
hepático y defatigante (Prevalón).
4) La citicolina (Sauran) que facilita la transmisión neuromuscular y la
rehabilitación, tan imprescindible y necesaria, como cualquiera de estos fármacos.
5) La sulfoadenosil L. metionina (Samet) porque aumenta el tur over de las
catecolaminas cerebrales y la disponibilidad de neurotransmisores.
Ensayamos el empleo de los anticolinérgicos, derivados de la belladona (Bellafolina),
dada nuestra teoría, y el resultado fue un bloqueo muscular, de aparición brusca, y
tuvimos que recurrir al glucocorticoide antes mencionado (Celestone Cronodose)
para desbloquear al enfermo en pocas horas y, pudiera otra vez, valerse por si solo y
llevar una vida normal hasta el día de la fecha. Ante este fracaso, recurrimos a un
preparado anticolinérgico sintético (Akineton Retard), sin producirse el bloqueo
muscular, arriba mencionado.
Por todo lo expuesto y en nuestra escasa experiencia, oreemos que con el Celestone
Cronodose desaparece el bloqueo neuromuscular, de una forma espectacular, en
relativamente poco tiempo y, que con el resto de la medicación, se previene la
denervación y se favorece la conducción nerviosa.
Nos queda la duda del anticoligérgico sintético empleado (Akineton Retard), que lo
hemos utilizado en un solo caso y acompañado de la medicación anteriormente
citada. En este caso hemos empleado una dosis más bajas de Celestone Cronodose, a
pesar de ser un caso muy difícil, una niña con las piernas flexionadas sobre los
muslos, con gran atrofia muscular y de apariencia irreversible. Creo que merece
investigar todo lo expuesto, para que estos enfermos se puedan curar o aliviar su
sufrimiento.
Tengo que recalcar, que la rehabilitación ha contribuido, de forma indispensable, a
obtener los resultados tan alentadores que hemos obtenido con el tratamiento.
A continuación, doy los nombres y datos de los enfermos tratados, todos ellos, con
certificados de síndrome tóxico.
- Virginia Castaños, 12 años, Telf. 777-10-63 (Historial en el Hospital del Niño
Jesús).
- José A. Galisteo Miguel, 15 años, Telf. 773-33-05 (Historial en el Hospital del
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