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Presentación

Este entrenamiento surge a partir del trabajo de grado denominado “Efectos de la aplicación de un pro-
grama de entrenamiento en aceptación del malestar sobre la percepción del dolor en adolescentes escolarizados
entre 14 y 16 años. La creación de este protocolo se baso en la Terapia de Aceptación y Compromiso de Wilson y
Hayes (2012), en donde se asume que el sufrimiento es una condición humana, es decir, que en la vida nos vamos a
encontrar en diversas situaciones en las cuales se va a sentir dolor, o sea, nadie está exento a sentir cualquier tipo

de malestar personal. Por ejemplo: un dolor de muela, que implica ir al odontólogo y por mas temor que se le ten-
ga se debe acudir, así se deba realizar un procedimiento que puede generar a corto plazo un mayor dolor o inco-
modidad, pero que nos liberará de molestias en el futuro; una vacuna que puede causar dolor por el pinchazo, pero
que evitará que en el futuro se presente una enfermedad; la curación de algún tipo de herida, que en el momento
puede doler bastante, pero posteriormente evitará una infección y permitirá una adecuada cicatrización, etc.
En la vida se presentarán distintas situaciones que darán pie a sentir algún tipo de malestar, algunos
evitaran a toda costa el malestar, pretendiendo ser feliz de ese modo, pero seguramente tendrá una vida limitada y

alejada de lo que considera valioso. Por ejemplo, si una persona teme a la soledad evitará a toda costa estar sin
compañía y preferiría incluso estar con personas con las cuales no se sienta bien, que la puedan maltratar o posi-
blemente pueda acceder hacer cosas que no le agraden, dejar que se aprovechen de ella pidiéndole cosas a cambio
de no dejar de ser su amiga o amigo, su pareja, etc., sintiéndose quizá acompañado, pero a un costo elevado, pues
debe pasar por encima de lo que le gusta, de lo que piensa o de sus propios valores. Es por razones como estas que

aplicar la aceptación en la vida diaria podrá contribuir a una mejor calidad de vida, a entender que no es necesa-
rio limitarse o privarse de momentos y situaciones, sino aceptar que en la vida se experimentara todo tipo de emo-
ciones y sentimientos, de situaciones, de vivencias que traerán bienestar y malestar, pero de eso justamente se trata
la vida, de la combinación de aquello que sucede en el día a día.