Page 164 - Mitos y cuentos egipcios de la época faraónica (ed. Gustave Lefebvre)
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172 MITOS Y CUENTOS EGIPCIOS DE LA ÉPOCA FARAÓNICA
todo su [cuerpo]22. Él se acostó con ella durante la noche y la conoció en
conocimiento /[4,5] de hombre2. Ella quedó encinta esa noche de un pe
’
queño niño.
E/ hijo de Verdad
Y después de muchos días tras esto, [ella] dio a luz a un niño de sexo
masculino, que no tenía igual en el país [entero, pues era] grande [.......] y
parecía un joven dios. Lo pusieron en /[5,1] el colegio, y aprendió a es
cribir perfectamente y practicó (con éxito) todas las artes viriles, de for
ma que superaba a sus compañeros (más) crecidos, que estaban en el co
legio con él.
Un día sus compañeros le dijeron: «¿De quién eres hijo? No tienes pa
dre». Y ellos (lo) injuriaban y (lo) atormentaban: «En verdad que no tie
nes padre». Entonces el /[5,5] joven dijo a su madre: «¿Cuál es el nom
bre de mi padre, para que yo pueda decirlo (a) mis compañeros, pues
ciertamente ellos me dicen maliciosamente: ¿Dónde está tu padre? Así
me dicen ellos, y me atormentan». Entonces su madre le respondió: «¿Ves
ese ciego que está sentado cerca de la puerta? Es tu padre». /[6,1] Así le
dijo ella24. Entonces él le dijo: «Esto merecería que se reuniera a las gen
tes de tu familia y que se hiciera llamar a un cocodrilo25».
Y el niño marchó a buscar a su padre, le hizo sentarse en una silla26y
colocó un taburete bajo sus pies; puso pan ante él, y le hizo comer y le
hizo /[6,5] beber. Después el niño dijo a su padre: «¿Quién fue el que te
cegó, para que yo te vengue?»27. El respondió: «Ha sido mi hermano pe
queño quien (me) ha cegado». Y le contó todo lo que le había sucedido,
y él (el joven) marchó para vengar /[7,1] a su padre. Tomó diez panes, un
bastón, un par de sandalias, un odre y una espada28; fue a buscar un buey
de hermoso aspecto y se puso en camino hacia el lugar en que estaba el
22 Cfr. Orbiney, 9,7: «Ella era bella en su cuerpo más que toda (otra) mujer». Y véase más ade
lante, p. 193, nota 55.
Es decir: como un hombre conoce a una mujer. La misma expresión, pero aplicada a una
mujer, la encontramos en Orbiney 3,6: «ella deseó conocerlo con conocimiento de hombre» (es
decir: como una mujer conoce a un hombre). Cfr. más arriba, p. 155, nota 21.
24 Lit. «dijo ella (i.n.s) hablándole (hr d d n.f)». Cfr. más arriba, p. 154 y nota 15.
El joven emite respecto a la indigna conducta de su madre un juicio que equivale a una
condena a muerte. La muerte o la amenaza de la muerte por el cocodrilo se encuentra asimis
mo en Westcar 3,12-14, 7 (véase más arriba, p. 96); 12,18-19 y 12,26 (p. 108), al igual que en f:7
príncipe, 4,4 (p. 132).
26 Lit: «él hizo que se sentara, estando una silla bajo él».
2 Lit. «para que yo responda (pida razones) en tu provecho». Encontramos la misma expre
sión 1.6,7; 10,6; y Orbiney 14,6 ( y 9,5). Cfr. G. Lefebvre, en d ’Egypio/ogie 4 (1940), p. 23.
28 Comparar con el pasaje de Orbiney 12,10-13, 1: «tomó su bastón y sus sandalias así como
sus vestidos y sus armas...». Ya en la inscripción de Uni (dinastía VI) se lee que un egipcio sale
de viaje dotándose de «masa de pan y sandalias» (Vrk. I, 102, 13).