Page 32 - Hijo, no te olvido
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Recuerdo que el techo de la casa era la
            bandera de Honduras.
            Pero sin dudas, lo que más te gustaba era
            jugar  con  el  computador.  Tú  decías  “la
            potoa chiquita”, ya que en ese tiempo yo
            tenía  un  Netbook.  En  la  computadora
            jugábamos al “Oso”. En el juego, un  Oso
            lanzaba        los    bolos      y     tiraba     unos
            palitroques. Ese juego te encantaba y lo
            jugamos muchas veces. Tú tenías mucha
            habilidad  para  la  computación.  Juegos
            bíblicos de pintar, el arca de Noé, Pablo.
            También  juegos  de  Pingüinos,  etc.
            También  de  números  y  letras.  El  último
            juego  que  jugamos  en  la  compu  fue  de

            unos dinosaurios.

            Uno de los momentos más especiales fue
            la  primera  vez  que  salimos  juntos  a  un
            campo  cercano.  Fuimos  a  elevar  tu
            primera cometa. Estabas tan feliz hijo. La
            cometa  era  muy  grande  y  de  muchos
            colores.  Logramos  elevarla  muchos
            metros a tal punto que apenas se veía. Al
            comienzo la elevamos en la casa y luego
            salimos.  Tú  me  dijiste  que  te  gustaba
            mucho  ese  lugar.  Recuerdo  que  al
            regresar  a  casa  te  compuse  un  poema
            inspirado en ese momento.
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