Page 33 - Hijo, no te olvido
P. 33

También te andaba a “caballito”. Muchas
            veces,  también  te  levantaba  con  mis
            brazos  para  tocar  la  lámpara.  Hijo,
            pasábamos           ocho      horas  juntos          los
            domingos  y  la  mayoría de  las  veces  nos
            faltaba tiempo para jugar. Tú solías bajar
            únicamente para buscar tu comida, y casi
            siempre no tenías hambre. Recuerdo que
            yo te daba la comida, aunque me costaba

            un poco.
            Una      de  las  cosas            chistosas        que
            ocurrieron en ese tiempo fue que tu mamá
            te  había  preparado  “pupusas”  y  en  un
            momento  yo  te  pregunto  si  te  ibas  a  a
            comer las “bubuzelas”. Tú te diste cuenta
            que yo me había equivocado de palabra y
   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38