Page 31 - Hijo, no te olvido
P. 31
El reencuentro, el reencuentro sucedió
unos días antes de tu cumpleaños.
Cuando te vi, fue una emoción
indescriptible. Tú viniste y nos dimos un
abrazo. Fue como si nunca hubiéramos
estado separados. Aquel día jugamos,
nos reímos, hablamos. Por tres días
pasamos momentos muy agradables.
Gracias a Dios hijo, logré que te quedaras
en Chile por diez meses. Estos diez meses
han sido lo más hermoso que me ha
tocado vivir. Pudimos ser padre e hijo por
algún tiempo, que espero en Dios se
pueda repetir en el futuro.
Juegos, durante ese tiempo jugábamos
variados juegos. Al futbol y teníamos un
arco con malla. Para jugar basquetbol,
teníamos un aro, que cuando entraba la
pelota se activaba una grabación de
ovación y aplausos. También andabas en
la bicicleta que te obsequié para Navidad.
A los carritos, también armábamos unos
rompecabezas que decían “mi papá me
quiere” “mi papá me protege”, etc.
Jugábamos a ser constructores y
hacíamos una casa con unos palitos y
bolitas de madera en la cual tú te metías.
Metías la leña, y distintas cosas.