Page 35 - Hijo, no te olvido
P. 35

Hubieron  otros  juegos,  como  unos
            carritos  que  andaban  sobre  una  pista.
            Estos  funcionaban  con  pilas  y  se
            iluminaban cuando corrían. Así que tú me
            pedías apagar la luz y cerrar las cortinas,
            de tal modo que se podía observar como
            los  carritos  corrían  a  gran  velocidad
            encendiendo sus luces.

            Querido  hijo,  había  dejado  de  escribir
            algunos días. Pero ya estoy retomando. A
            medida  que  el  tiempo  transcurre  te  voy
            extrañando  más.  Especialmente  cuando
            va  a  llegar  el  fin  de  semana.  Cada
            actividad que realizo me hace pensar en

            ti.  El  otro  día  en  la  Iglesia,  me  pareció
            escuchar una voz parecida a la tuya, miré
            para  ver  de  qué  se  trataba  y  era  un
            pequeño niño que jugaba. Me acerqué y le
            pregunte  qué  edad  tenía,  entonces  me
            dijo  ¡espere  un  poquito  que  voy  a
            preguntarle a mi mami! me dio mucha risa
            y también me recordó mucho a ti. Al rato
            regreso  corriendo  y  me  mostro  cuatro
            dedos de su mano. Entonces entendí que
            era como de tu edad.
            Otro  día  me  tocó  participar  de  una
            graduación  de  alumnos  de  secundaria.
            Desde  que  comenzó  la  ceremonia
            pensaba  en  que  algún  día  tú  también  te
            graduarás  y  que  me  gustaría  estar  allí
   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40