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         216|   En el Jardín de la Sabiduría
 Capítulo Seis:  El encuentro   | 209  las colocó dentro del carruaje del mensajero simple. Luego   un abrigo viejo, así que le preparó vestimentas adecuadas y   apropiado que el Simple se presentara ante el Rey vistiendo   abrigo, tal como se explicó. El gobernador pensó que no sería   extraordinaria y
 demuestra que esa persona ha fracasado y que su filosofía de   Por lo tanto, el Sabiondo de nuestra historia también debería   mismo momento, el César los mandó a ejecutar. El ladrón
 vida y su perspectiva del mundo son completamente erróneas.  haber aprendido esta gran sabiduría: no ser sabio en absoluto.   siempre termina con una soga alrededor del cuello…
         El  hecho  de  confiar  únicamente  en  la  lógica  y  el  intelecto
         conduce a la herejía y a la arrogancia. Tal como explicamos                      La historia de Najum Ish Gamzu es una de entre muchas
                                                                                          historias que dan testimonio del tremendo poder de la emuná
 Del principio al fin  anteriormente, la verdadera sabiduría consiste en saber            simple en el Creador. El César tenía sin lugar a dudas toda
         aprender de cada persona, pero para eso, uno tiene que
 La prueba que tuvo que enfrentar el Simple, o sea, aferrarse   ser humilde. La Torá se compara al agua: así como el agua   una colección de piedras preciosas. Unas cuantas más no
 a su simplicidad desde el comienzo de su vida hasta el final,   fluye desde los lugares altos a los lugares bajos, de la misma   le habrían hecho gran diferencia. Hashem, en Su enorme
 no fue nada fácil. Porque al principio daba la impresión de   manera, la persona humilde está capacitada para recibir Torá,   compasión por el pueblo judío, que tanto sufría, decidió
 que el Sabiondo era feliz y el Simple era un desdichado. El   pues les “fluye” con facilidad, en virtud de su humildad.  obrar una salvación muchísimo más grande que la que ellos
 Sabiondo disfrutaba de la vida, viajando por todo el mundo                               siquiera podían soñar. Pero esta salvación dependía del hecho
 y gozando de toda clase de placeres, mientras que el Simple   Siendo una persona tan arrogante, el Sabiondo no se dio   de que Najum Ish Gamzu lograra pasar la más difícil prueba
 estaba “estancado” en su negocio, no tenía éxito en su trabajo   cuenta de que el Simple era un maravilloso tesoro de consejos   de emuná. Y Najum Ish Gamzu estuvo a la altura de las
 y apenas si le alcanzaba el dinero para llevar pan a la mesa.   prácticos y por eso le respondió con gran desprecio:  circunstancias.
 Pero ahora, con el paso de los años, todos pudieron apreciar
 en forma clara que, gracias a su sencillez, el Simple era una
 persona feliz que vivía su vida apaciblemente, mientras que   El Sabiondo le respondió: “Sí es posible que yo llegue a tu   Volviendo al Sabiondo…
 el Sabiondo todo el tiempo estaba insatisfecho y enojado. Así   nivel, si es que pierdo mi inteligencia, Dios no lo permita, o si
 enseñan los Sabios: “Los tzadikim al principio sufren y al final   me enfermara, Dios no lo permita, y me volviera loco, porque   También  su  práctica  médica  le  causaba  gran  sufrimiento.
 tienen paz mientras que los malvados al principio tienen paz   ¿qué eres tú, sino un demente?  Cuando iba a ver a un enfermo y le daba el tratamiento. Él
 y al final sufren”.                                                                      sabía que si el paciente iba a sobrevivir, se iba a curar con ese
                                                                                          tratamiento. Pero había casos en los que el paciente moría y
 De la misma manera, es sabido que la persona que quiere   ¡Qué arrogancia insoportable! ¿Acaso el Sabiondo pensaba   la gente le echaba la culpa a él. Eso lo ponía inmensamente
 conducirse en la vida con integridad y con simplicidad,   que el Simple era un tonto? He aquí una persona feliz que   triste.
 al principio tiene que enfrentarse a todo tipo de pruebas
 (como por ejemplo, ver que sus compañeros “disfrutan de   no sólo le ofreció alojamiento sino que además se encargó
 la buena vida”, haciendo todo lo que se les antoja, ganando   de proveerle todo lo que necesitaba, a pesar de sus propios   Todo médico sabe que la vida del ser humano está en manos
 dinero, disfrutando de los placeres mundanos). Únicamente   limitados recursos. De hecho, el Sabiondo no habría podido   de Hashem. Hay personas sanas que se mueren de repente y
 la persona que se planta bien firme en su posición y busca   arreglárselas sin la ayuda del Simple. Entonces ¿cómo es que   hay personas enfermas que viven muchos años. Ni siquiera el
 únicamente la verdad al final va a cosechar los frutos de su   lo menosprecia y lo tilda de “demente”? ¡Y para colmo en su   mejor tratamiento médico puede ser eficaz si Hashem dispone
 labor, mientras que sus amigos van a empezar a pagar por   propia casa! ¿Cómo tiene el descaro de herirlo de semejante   lo contrario.
 toda esa “libertad” que tenían, y que en realidad, más que   manera, diciéndole que es un loco y un enfermo?
 libertad, es una total esclavitud a los deseos físicos y la   Además de arrogante, el Sabiondo es un ingrato. Está escrito   Rabí Najman de Breslev nos enseña que cuando Hashem así lo
 materialidad de este mundo.  en el Sefer HaMidot – Libro de los Atributos: “La persona que   desea, hasta el alimento más simple puede curar a la persona
 Esto es algo que todos podemos ver día a día. Aquellos que   recibió un favor de otra una sola vez, no puede despreciarla   enferma, tal como ocurre en el siguiente relato:
 se consideran muy “sabios” al principio parecería que tienen   nunca”. El Simple le hizo al Sabiondo más de un favor, le dio   Rabí Natan y Rabí Naftali cierta vez acompañaron a Rabí
 éxito y disfrutan de la vida, haciendo todo lo que se les   alojamiento en su casa, le dio palabras de aliento, lo ayudó.   Najman en un paseo fuera de la ciudad. Los tres llegaron a
                                                                                          una posada, y el posadero les sirvió queso. Rabí Naftali, al
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