Page 7 - 18375
P. 7
26| En el Jardín de la Sabiduría El Cuento del Sabiondo y el Simple | 23 ya he alcanzado el tuyo pero tú todavía no has alcanzado el nivel, pero que yo no podría alcanzar el tuyo. Pues bien: yo sabiondas? ¿Ves? Tú dijiste que podías fácilmente alcanzar mi El Simple respondió: “¿Todavía sigue
Sabiondo y a su compañero. La ciénaga era espesa y pegajosa, El Cuento del Sabiondo y el Simple
literalmente como pegamento y ellos no podían moverse en
absoluto.
Los dos se pusieron a gritar: “¡Malvados! ¿Por qué nos
torturan? ¡Si el Diablo no existe! ¡Ustedes, malvados, nos están Había una vez dos comerciantes que vivían en una misma
torturando porque sí!”. (El Sabiondo y su compañero todavía ciudad y eran muy ricos: tenían grandes mansiones y tenían
seguían sin creer en la existencia del Diablo, y pensaban que dos hijos –uno cada uno– que estudiaban en la misma aula.
estos eran unos malvados sin un motivo). De estos dos hijos, uno era brillante y el otro tenía una mente
El Sabiondo y su compañero estaban inmersos en la ciénaga muy simple (no es que fuera tonto, sino que solamente tenía
de arenas movedizas y trataron de entender lo que estaba un intelecto muy simple y de bajo nivel). Estos dos hijos se
sucediendo. Pensaban que eso no era real, que eran solamente querían mucho el uno al otro. A pesar de que uno era sabiondo
unos malvados que se habían peleado con ellos en el pasado y y el otro era simple y tenía un bajo nivel de inteligencia, a
ahora los estaban torturando para vengarse. Y los dos fueron pesar de todo se querían mucho.
torturados y sufrieron allí durante muchos años. Pasó el tiempo y ambos propietarios empezaron a perder sus
Una vez, el Simple pasó por la casa del Hacedor de Milagros fortunas. Ambos fueron bajando de nivel más y más hasta que
y pensó en su amigo, el Sabiondo. Entró a ver al Hacedor de al final perdieron todo y se volvieron pobres, y no les quedó
Milagros y tras inclinarse ante él, como hacen los nobles, le nada, excepto sus respectivas casas. Mientras tanto, los hijos
preguntó si podía mostrarle al Sabiondo y si podía liberarlo de empezaron a crecer. Así que los padres les dijeron a sus hijos:
aquel lugar. Le preguntó al Hacedor de Milagros: “¿Recuerdas “No contamos con los medios para pagarles sus gastos. Van a
al Sabiondo, a quien el Diablo mandó a llamar y se lo llevó, y a tener que mantenerse por sus propios medios”. El Simple fue
partir de ese día no ha sido visto nunca más?”. y aprendió el oficio de zapatero. El Sabiondo, que poseía una
mente brillante, no deseaba dedicarse a un oficio tan simple
El Hacedor de Milagros respondió: “Sí”. así que pensó en ir por el mundo y buscar algo que hacer. Así
fue como empezó a dar vueltas por el mercado. Allí vio un
Entonces le pidió que le mostrase el lugar (donde estaba gran carruaje con cuatro caballos enjaezados. El Sabiondo les
retenido el Sabiondo) y que lo liberase de allí. preguntó a los comerciantes: “¿De dónde vienen?”
El Hacedor de Milagros dijo: “Ciertamente puedo mostrarte Ellos le respondieron que venían de Varsovia.
el lugar y liberarlo de allí, pero únicamente a condición de
que no venga nadie, excepto tú y yo”. “¿Y adónde van?”.
Entonces fueron los dos juntos y el Hacedor de Milagros hizo “A Varsovia”.
lo que estaba en su poder y llegaron a aquel lugar, y vieron
al Sabiondo y a su compañero sumergidos en el barro espeso. Él les preguntó: “¿Tal vez necesitan un ayudante?”.
Cuando el Sabiondo vio al primer ministro, le gritó: “¡Hermano Ellos vieron que era astuto y diligente, lo cual les pareció
mío, mira cómo estos malvados me golpean y me torturan sin muy bien y lo aceptaron. Así fue como él viajó con ellos y los
ningún motivo!”. sirvió muy bien en el camino. Cuando llegaron a Varsovia,
- 7 -
#-- - 18375-UV | 1 - B | 17-04-19 | 15:27:34 | SR:-- | Black # Notas: Capítulo Uno: La desventaja es una ventaja | 27 de tres puntas… La plegaria que no es como debería es como un zapato la Muerte”. Porque hasta entonces no lo había creído. propia muerte. Entonces dijo: “Ha venido el Ángel