Page 11 - 18375
P. 11
#
#-- - 18375-UV | 1 - B | 17-04-19 | 15:27:34 | SR:-- | Black
la pista La pista de los ganadores Seamos realistas
.
.
ciudad? Aprendamos del Simple No te salgas de
.
.
especiales El santo mercader ¿Quién defendió la
.
Yendo tras sus pasos Personas simples Tus actos
.
.
Un ejemplo a seguir
Las lecciones prácticas
.
.
Por encima de la naturaleza Visiones
.
La verdad obliga Emuná al revés La inmortalidad
.
.
Intelecto humano e intelecto Divino
.
Sabios para el mal La soberbia es una discapacidad
.
No hay que rehusarse La humildad es sabiduría
.
.
El verdadero líder
............................... 221
Paraíso e infierno El deseo de honor
.
.
fin Yo aprendo de todos La sabiduría de cada cosa
.
.
España Certificado de excelencia Del principio al
.
.
22| En el Jardín de la Sabiduría Notas: Capítulo Uno: La desventaja es una ventaja | 27 de tres puntas… La plegaria que no es como debería es como un zapato la Muerte”. Porque hasta entonces no lo había creído. propia muerte. Entonces dijo: “Ha venido el Ángel de siguió sin creer en su ca
era muy respetado, ya que hacía cosas asombrosas, e incluso Entonces él le decía: “Dame legumbres con salsa”. Ella le
entre los nobles era importante y reconocido. El Sabiondo y cortaba otro pedazo de pan y él se lo comía. Entonces él lo
su compañero llegaron a la ciudad y dieron vueltas por ella alababa y decía: “¡Qué salsa tan fina y tan deliciosa!”. Entonces
hasta que llegaron a la casa del Hacedor de Milagros. Vieron él le mandaba servirle carne y demás manjares y en lugar de
cuarenta o cincuenta carruajes alineados transportando a cada comida, ella le daba un pedazo de pan. Él se deleitaba
gente enferma. El Sabiondo pensó que seguramente allí vivía mucho y alababa cada comida, diciendo lo bien preparada
un doctor y quiso entrar y conocer a aquel hombre, porque que estaba y lo deliciosa que era, como si estuviera comiendo
él también era un gran doctor. Entonces preguntó: “¿Quién la comida que había pedido. En realidad, había saboreado en
vive aquí?”. el pan el sabor de cada comida que deseara, en virtud de su
simpleza y su gran alegría.
Ellos respondieron: “Un Hacedor de Milagros”.
De la misma manera, le decía a su mujer: “Esposa mía, ¡dame
Él se echó a reír y le dijo a su amigo: “¡Esta es la mentira más de beber cerveza!”. Ella le daba agua y él la alababa diciendo:
grande! ¡Es una tontería incluso mayor que la falacia del Rey! “¡Qué maravillosa es esta cerveza! ¡Dame miel!”. Ella le daba
¡Amigo mío, déjame que te explique lo falso que es esto, y agua y él la alababa igual que antes: “¡Dame vino!” y así
lo terriblemente equivocado que está el mundo con esta sucesivamente. Cada vez ella le daba agua, y el disfrutaba y
falsedad!”. alababa cada bebida como si realmente la estuviera bebiendo.
Mientras tanto, sintieron hambre y vieron que todavía tenían Lo mismo con la vestimenta. Él y su mujer compartían un
tres o cuatro monedas grandes de cobre así que fueron a un mismo peltz (abrigo de piel de invierno). Él decía: “Esposa
comedor comunitario donde se podía comer por tres o cuatro mía, ¡dame el abrigo de piel!”. Cuando necesitaba ponerse un
monedas grandes de cobre. Ordenaron comida y se la sirvieron. abrigo de piel, por ejemplo, para ir al mercado, ella se lo daba.
Mientras estaban comiendo, se burlaron de la falsedad y Y cuando necesitaba ponerse un traje para alguna ocasión
el error del supuesto Hacedor de Milagros. El dueño del social, él decía: “Esposa mía, ¡dame el traje!”. Y ella le daba
comedor comunitario oyó lo que estaban diciendo y se enojó el abrigo de piel y él se deleitaba en el abrigo y lo alababa
mucho, ya que el Hacedor de Milagros era muy respetado allí. diciendo: “¡Qué fino es este traje!”. Por ejemplo, cuando
Él les dijo: “¡Terminen lo que tienen en el plato y váyanse de necesitaba el kaftan para ir a la sinagoga, le decía: “Esposa
acá!”. Después, entró el hijo del Hacedor de Milagros y ellos mía, ¡dame el kaftan!”. Y cuando necesitaba un abrigo formal,
siguieron burlándose del Hacedor de Milagros de él enfrente ella también le daba el abrigo de piel, y él lo alababa y se
de su propio hijo. El dueño se ofendió mucho por el hecho deleitaba en él: “¡Qué fino y qué bello es este abrigo!”. Y así
de que se burlaran del Hacedor de Milagros enfrente de su sucesivamente. Y siempre estaba contento y lleno de alegría.
hijo así que les dio una golpiza y los sacó a los empujones
de su casa. Ellos se enojaron mucho por eso y pensaron en Cuando terminaba un zapato, que invariablemente le salía
denunciar al dueño del comedor, por lo que decidieron volver triangular, ya que no había dominado el oficio, como ya
al posadero donde tenían sus pertenencias y le preguntaron hemos dicho, tomaba el zapato en la mano y lo alababa
cómo hacer la denuncia. Fueron a verlo y le describieron la sobremanera y se deleitaba en él. Decía: “Esposa mía, ¡qué
tremenda golpiza que les había dado el dueño del comedor bello y qué maravilloso es este zapato! ¡Qué dulce es! ¡Este
comunitario. zapato es dulce como la miel y el azúcar!”.
Entonces ella le preguntaba: “Entonces ¿por qué todos los