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#-- - 18375-UV | 1 - B | 17-04-19 | 15:27:34 | SR:-- | Black
ISBN 978-965-572-200-0
Impreso en Israel
Sara Efrati
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‘Jut shel Jesed’ – ‘Hilo de Bondad’
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18| En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Uno: La desventaja es una ventaja | 31 # más éxito que el Simple, quien había nacido con tan grandes herramientas que recibió y podría haber tenido muchísimo sólo eso, sino que podría haber aprovechado las maravillosas el Sabiondo tenía libre albe
una nación, no se requiere de gran inteligencia ni astucia, sino inteligencia y tanta riqueza como tú sufra todo el tiempo?
únicamente de simpleza y rectitud. Cuando se presentaban Mírame a mí: yo siempre estoy contento”. Sin embargo, a los
dos personas ante él para que juzgara un caso, él decía: “Tú ojos del Sabiondo, el Simple era como una broma, como un
eres inocente y tú eres culpable” en conformidad con su demente. El Simple le dijo: “¿Sabes? Aquellos que se burlan
genuina simpleza, sin motivaciones ulteriores ni engaño. Y de mí son unos tontos, porque si son más inteligentes que
así actuaba con cada asunto: con la verdad. Toda la gente lo yo, entonces al contrario, son unos tontos, y mucho más
quería mucho y tenía también consejeros que lo amaban de alguien inteligente como tú. Si tú eres más listo que yo,
verdad. ¿qué importa?”. Entonces el Simple le dijo: “Ojalá pudieras
alcanzar mi nivel…”.
Uno de ellos, por amor, le aconsejó: “Siendo que ciertamente
deberás presentarte ante el Rey –primero, porque te mandó a El Sabiondo le respondió: “Sí es posible que yo llegue a tu
llamar y segundo, porque se acostumbra que los gobernadores nivel, si es que pierdo mi inteligencia, Dios no lo permita,
se presenten ante él– si bien tu conducta es ejemplar en la o si me enfermara, Dios no lo permita, y me volviera loco,
forma en que diriges el estado, no obstante, es propio del Rey porque ¿qué eres tú, sino un demente? Pero que tú llegues a
expresarse con sofisticación y hablar en otros idiomas. Por lo mi nivel, eso ya es absolutamente imposible, que tú te vuelvas
tanto, es apropiado y respetuoso que sepas responderle al Rey. inteligente como yo”.
Por eso, sería bueno que te enseñe disciplinas intelectuales e
idiomas”. El Simple le respondió: “Para el Santo Bendito Sea, todo es
posible. En un abrir y cerrar de ojos yo puedo alcanzar tu
El Simple decidió que la idea era aceptable, diciendo: “¿Qué nivel”. El Sabiondo se rio mucho de eso.
tiene de malo aprender disciplinas intelectuales e idiomas?”.
De inmediato pensó en las palabras de su amigo, el Sabiondo, Ahora bien: estos dos hombres tenían apodos: el Sabiondo y
respecto a que le resultaría imposible (al Simple) alcanzar el Simple. Y si bien hay muchos hombres sabiondos y muchos
el nivel de él (del Sabiondo). Y ahora iba a alcanzar el nivel hombres simples en el mundo, en este caso la distinción era
de sabiduría del Sabiondo (e incluso entonces, una vez que mucho más obvia, ya que ambos provenían del mismo lugar
obtuvo sabiduría, no la usó en absoluto sino que gobernó con y ambos habían estudiado juntos. Pero uno de ellos había
simpleza como al comienzo). llegado a ser un hombre muy versado mientras que el otro se
había vuelto una persona muy simple. En el libro del censo,
Después, el Rey envió mensaje al Simple de que se presentara en el que estaban escritos los nombres de todas las personas
ante él, así que él viajó a ver al Rey. El Rey empezó a hablarle y sus apellidos, ellos dos figuraban como “el Sabiondo” y “el
acerca de gobernar el estado y el Rey estaba sumamente Simple”.
complacido, pues vio que el Simple gobernaba con rectitud
y con una gran verdad, sin nada de corrupción ni de Una vez, el Rey abrió el libro del censo y encontró los nombres
engaño. Después, el Rey se puso a hablar acerca de distintas de estos dos hijos: uno que se llamaba “el Sabiondo” y otro
disciplinas intelectuales e idiomas, y el Simple le respondió que se llamaba “el Simple”. Al Rey le sorprendió el hecho de
de modo apropiado, y entonces halló mucho más favor que figuraran con esos nombres y tuvo deseos de conocerlos.
aún a los ojos del Rey. El Rey dijo: “Veo que es un hombre El rey pensó para sí: “Si los mando llamar de repente para
brillante… ¡y aun así se conduce con tanta simpleza!”. que se presenten ante mí, se van a asustar mucho. El Sabiondo
Esto resultaba muy gratificante para el Rey, de modo que perderá su lucidez completamente y el Simple puede llegar
lo designó primer ministro. Le asignó un sitio especial que a volverse loco del miedo”. Entonces decidió enviar un