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                                                                                                                               Impreso en Israel
                                                                                                                              Sara Efrati
                                                                                                                              Traducido por:
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                                                                                                                                          www.myemuna.com
                                                                                                                                       Tel: 972–52–2240696
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                                                                                                                               Instituciones
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         18|   En el Jardín de la Sabiduría
 El Cuento del Sabiondo y el Simple  | 23  ningún motivo!”.  mío, mira cómo estos malvados me golpean y me torturan sin   Cuando el Sabiondo vio al primer ministro, le gritó: “¡Hermano   al Sabiondo y a su compañero sumergidos en el barro espeso.  lo que estaba en su poder y llegaron a aquel lugar, y vi
 Él les preguntó el motivo y ellos respondieron que habían   una nación, no se requiere de gran inteligencia ni astucia, sino   inteligencia y tanta riqueza como tú sufra todo el tiempo?
 criticado al Hacedor de Milagros.  únicamente de simpleza y rectitud. Cuando se presentaban   Mírame a mí: yo siempre estoy contento”. Sin embargo, a los
         dos personas ante él para que juzgara un caso, él decía: “Tú                     ojos del Sabiondo, el Simple era como una broma, como un
 Él respondió: “Ciertamente no está bien golpear a la gente,   eres inocente y tú eres culpable” en conformidad con su   demente. El Simple le dijo: “¿Sabes? Aquellos que se burlan
 pero ustedes tampoco actuaron bien al hablar en contra del   genuina simpleza, sin motivaciones ulteriores ni engaño. Y   de mí son unos tontos, porque si son más inteligentes que
 Hacedor de Milagros, ya que éles muy respetado aquí”.  así actuaba con cada asunto: con la verdad. Toda la gente lo   yo, entonces al contrario, son unos tontos, y mucho más
 Entonces vieron que este hombre no era alguien a quien se   quería mucho y tenía también consejeros que lo amaban de   alguien inteligente como tú. Si tú eres más listo que yo,
 pueda tomar en serio, ya que también había caído en el mismo   verdad.                   ¿qué importa?”. Entonces el Simple le dijo: “Ojalá pudieras
 error. Entonces lo dejaron y fueron al intendente (que era un   Uno de ellos, por amor, le aconsejó: “Siendo que ciertamente   alcanzar mi nivel…”.
 gentil) y le narraron toda la historia de la golpiza.  deberás presentarte ante el Rey –primero, porque te mandó a   El Sabiondo le respondió: “Sí es posible que yo llegue a tu
 Él les preguntó el motivo, le contaron que habían hablado   llamar y segundo, porque se acostumbra que los gobernadores   nivel, si es que pierdo mi inteligencia, Dios no lo permita,
 mal del Hacedor de Milagros. Entonces el intendente los   se presenten ante él– si bien tu conducta es ejemplar en la   o si me enfermara, Dios no lo permita, y me volviera loco,
 golpeó una y otra vez, hiriéndolos, y los arrojó fuera de su   forma en que diriges el estado, no obstante, es propio del Rey   porque ¿qué eres tú, sino un demente? Pero que tú llegues a
 despacho. Y así fueron de un funcionario a otro, hasta que   expresarse con sofisticación y hablar en otros idiomas. Por lo   mi nivel, eso ya es absolutamente imposible, que tú te vuelvas
 llegaron al primer ministro. Y allí, frente a la casa del primer   tanto, es apropiado y respetuoso que sepas responderle al Rey.   inteligente como yo”.
 ministro, había apostados guardias que le informaron al   Por eso, sería bueno que te enseñe disciplinas intelectuales e   El Simple le respondió: “Para el Santo Bendito Sea, todo es
 primer  ministro  que  alguien deseaba verlo.  Él  dio  órdenes   idiomas”.              posible. En un abrir y cerrar de ojos yo puedo alcanzar tu
 de que los hicieran pasar. El Sabiondo se presentó ante el   El Simple decidió que la idea era aceptable, diciendo: “¿Qué   nivel”. El Sabiondo se rio mucho de eso.
 primer ministro y apenas este lo vio, reconoció a su amigo,   tiene de malo aprender disciplinas intelectuales e idiomas?”.
 el Sabiondo. Pero el Sabiondo no lo reconoció a él, a causa de   De inmediato pensó en las palabras de su amigo, el Sabiondo,   Ahora bien: estos dos hombres tenían apodos: el Sabiondo y
 su aspecto tan majestuoso. De inmediato el primer ministro   respecto a que le resultaría imposible (al Simple) alcanzar   el Simple. Y si bien hay muchos hombres sabiondos y muchos
 empezó a hablarle: “Mira adónde me ha hecho llegar mi   el nivel de él (del Sabiondo). Y ahora iba a alcanzar el nivel   hombres simples en el mundo, en este caso la distinción era
 simpleza. Y tu astucia, ¿adónde te ha hecho llegar?”.  de sabiduría del Sabiondo (e incluso entonces, una vez que   mucho más obvia, ya que ambos provenían del mismo lugar
 El Sabiondo respondió: “En cuanto al hecho de que eres mi   obtuvo sabiduría, no la usó en absoluto sino que gobernó con   y ambos habían estudiado juntos. Pero uno de  ellos había
                                                                                          llegado a ser un hombre muy versado mientras que el otro se
 amigo, el Simple, de eso hablaremos más tarde. Por ahora,   simpleza como al comienzo).  había vuelto una persona muy simple. En el libro del censo,
 dame un juicio contra aquel que me atacó”.  Después, el Rey envió mensaje al Simple de que se presentara   en el que estaban escritos los nombres de todas las personas
 El Simple preguntó: “¿Por qué (te atacó)?”  ante él, así que él viajó a ver al Rey. El Rey empezó a hablarle   y sus apellidos, ellos dos figuraban como “el Sabiondo” y “el
         acerca de gobernar el estado y el Rey estaba sumamente                           Simple”.
 “Porque hablé en contra del Hacedor de Milagros, diciendo   complacido, pues vio que el Simple gobernaba con rectitud
 que es falso y un fraude”.  y con una  gran  verdad,  sin  nada  de  corrupción ni  de   Una vez, el Rey abrió el libro del censo y encontró los nombres
         engaño. Después, el Rey se puso a hablar acerca de distintas                     de estos dos hijos: uno que se llamaba “el Sabiondo” y otro
 El Simple respondió: “¿Todavía sigues aferrándote a tus ideas   disciplinas intelectuales e idiomas, y el Simple le respondió   que se llamaba “el Simple”. Al Rey le sorprendió el hecho de
 sabiondas? ¿Ves? Tú dijiste que podías fácilmente alcanzar mi   de modo apropiado, y entonces halló mucho más favor   que figuraran con esos nombres y tuvo deseos de conocerlos.
 nivel, pero que yo no podría alcanzar el tuyo. Pues bien: yo   aún a los ojos del Rey. El Rey dijo: “Veo que es un hombre   El rey pensó para sí: “Si los mando llamar de repente para
 ya he alcanzado el tuyo pero tú todavía no has alcanzado el   brillante… ¡y aun así se conduce con tanta simpleza!”.    que se presenten ante mí, se van a asustar mucho. El Sabiondo
         Esto  resultaba  muy  gratificante  para  el  Rey,  de  modo  que                perderá su lucidez completamente y el Simple puede llegar
         lo designó primer ministro. Le asignó un sitio especial que                      a volverse loco del miedo”. Entonces decidió enviar un
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