Page 315 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Lo mismo cabe decir de la Tomba della Caccia e della Pesca, uno de los ejemplares
        más representativos de todo el arte figurativo mediterráneo de época arcaica, que so­
        bresale por sus pinturas  de tipo naturalista y de trazos muy libres.  Sus dos cámaras
        recogen una gran fiesta —un banquete familiar—, en cuyo transcurso los personajes
        danzan y juegan entre los árboles cargados de coronas ornamentales o bien regresan
        de la caza o se hallan practicando la pesca.
           En la  Tomba del Barone, por otra parte, la pintura tarquiniense alcanzó su madu­
        rez de estilo, con el tema de la ofrenda de una copa a una dama (la titular de la tum­
        ba), situado en la pared del fondo. A pesar de su carácter de obra no acabada (algu­
        nas figuras son simples siluetas de rostros difuminados), su originalidad está precisa­
        mente en ello y, por supuesto, en la temática de sus caballos de fina estampa.


        b)  Ciclo de los maestros del estilo severo

           Durante el siglo v a.C., desaparecidos los maestros jonios y sus discípulos del sue­
        lo etrusco, nuevas influencias tomaron carta de naturaleza, esta vez, con clara orien­
        tación propia del estilo severo griego. De todas las ciudades etruscas, Chiusi y Tarqui­
        nia —ésta nuevamente— conocerían una fase  de gran esplendor en sus respectivas
        escuelas pictóricas.
           En Chiusi debe reseñarse la Tomba della Scimmia, de planta compleja, en cuyas pa­
        redes aparece la propietaria de la misma con parasol y tocada con el tutulus,  ante la
        cual se desarrollan juegos en su honor. Vemos músicos y danzantes, bufones, hom­
        bres a caballo, guerreros, pugilistas, una mona ligada a un árbol (dicho animal daría
        nombre a la tumba) y una carrera de bigas.
           Sería Tarquinia, no obstante, la que conservaría la primacía artística, como pue­
        de verse  en la  Tomba delle Bighe,  cuya cámara presenta dos  frisos  historiados  super­
        puestos, en los que aparecen animados ejercicios físicos, banquetes y danzas, de gran
        realismo. Cuatro tumbas (Triclinio, Letto Funebre, ScofraNeray Leopardi) serían las que
        acogerían los nuevos planteamientos pictóricos del nuevo ciclo, todas animadas con
        el consabido banquete figurado en las paredes del fondo y bailes en las laterales.
           La  Tomba del Triclinio,  con sus tres hlínai y sus respectivas parejas de comensales,
        destaca por los múltiples planos pictóricos posibilitados por las figuras de sus  dan­
        zantes y la presencia de arbustos que separan a los personajes. Tal vez sea ésta la más
        famosa de las tumbas etruscas no sólo por su notable equilibrio compositivo, sino
        también por su diseño y por su refinado cromatismo. Las pinturas poseen una im­
        pronta estilística griega muy evidente.
           La Tomba del Letto Funebre, de avanzado diseño, aunque de menor categoría com­
        positiva que la anterior, sobresale,  a pesar de su  degradación, por su extraordinaria
        elegancia lineal y su cromatismo, caso del joven que domina a un caballo de carreras
        (pintado de azul). Su tema central es el banquete funerario, aparte de danzas, juegos
        deportivos, carreras de carros, todo ello en honor de dos difuntos situados sobre un
        gran catafalco.
           La Tomba della Scofra Ñera presenta un gran equilibrio en sus temas y en la selec­
        ción de colores y tonalidades, con escorzos en muchos casos muy audaces en sus te­
        mas de banquete y caza.
           La Tomba dei Leopardi, con el motivo central del banquete, sobresale por su vivo
        cromatismo, que hace olvidar los claros defectos anatómicos de muchas de sus figu­


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