Page 345 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
P. 345

(éstas de  17 cm de longitud), con decoraciones de troquelado, consistentes en rostros
       femeninos y motivos florales y zoomorfos. Todas estas pulseras se hallan en Florencia.
           Entre los collares de oro hay que hacer alusión al de la  Tomba del Littore, formado
       por 125 granos de lámina de tal metal (Museo de Florencia), y al gran collar de la Ma-
       remma toscana, de cuya cadena, a base de mallas de hilos de oro, penden colgantes tro­
       quelados figurando cabecitas del dios Aqueloo, arpías con las alas extendidas, flores de
       loto y engastes de forma oval. En cuatro de ellos aún se conservan tres ónices y un ám­
       bar. Esta impresionante pieza, de 28 cm de longitud, se atesora en el British Museum.


       Pendientes, anillos y  gemas

          De la gran variedad de pendientes que han facilitado las tumbas hay que aludir a
       los ejemplares de la Tomba dei Flabelli, de Populonia, de oro laminado y bellísimas fi­
       ligranas, y al juego (1,6 cm de altura), hallado en Vulci y hoy en Hamburgo, en for­
       ma de estuche con motivos florales, así como a los cuatro pendientes de disco, del
       British Museum, fechables en el siglo vi a.C., con diámetros de  entre 2,8 y 6 cm,
       a base de rosáceas, pétalos de rosa y exuberante riqueza de granulado.
          Respecto a los anillos debe indicarse su gran calidad y su variadísimo repertorio
       artístico, presente en sus engastes o en sus sellos, caso, por citar uno solo, del prove­
       niente de Populonia (hoy en Florencia), en cuya mandorla aparece un guerrero des­
       pidiéndose de su mujer.
          Sobresalen, por su interés, los que presentan escarabeo incorporado, que inspi­
       rarían, tal vez, la realización de magníficas gemas (W. Martini), a partir, sobre todo,
       del siglo iv a.C.  Las mismas están constituidas por piedras semipreciosas  (cornali­
       na, ágata, sardónice, ámbar, ónice) de origen egipcio, sirio o fenicio, factibles de ser
       evaluadas estilísticamente en varias fases cronológicas que alcanzaron el siglo π a.C.
       (F. W. von Bissing, G. Hólbl).
          Muchas de tales piedras a veces están
       realzadas  con  motivos  ornamentales  de
       tema guerrero o bien con figuras aisladas
       de héroes griegos, caso de Heracles (muy
       representado)  en  sus  «trabajos»  o  en lu­
       cha  contra  Aqueloo  o  Anteo.  También
       se  tallaron  gemas  con  divinidades  del
       panteón  etrusco  (sobre  todo  Menrva),
       con  composiciones  rituales  (sardónice
       de Boston con la figura de  Tages; escara­
       beo de Berlín en corniola con un arúspi­
       ce)  o  escenas,  como  la  existente  en  el
       más famoso escarabeo etrusco, conocido
       como  Gemma  von  Stoch,  de  cornalina,
       del siglo v  a.C. (de tan sólo  1,62 x  1,27
       X 0,23 cm), localizado en Perugia, pero ate­
       sorado hoy en Múnich. En tal piedra se fi­
       guran  cinco  personajes,  individualizados
       con sus nombres, escuchando al oráculo   Escarabeo de cornalina con un arúspice. (Staadiche
       que predice la muerte de Anfiarao.              Museen, Berlín.)

                                                                           351
   340   341   342   343   344   345   346   347   348   349   350