Page 78 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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al parecer, aunque todavía no se ha podido demostrar arqueológicamente, el célebre
Fanum Voltumnae, el templo federal del dios Voltumna, en el cual se reunían cada año
los representantes de las ciudades etruscas a fin de celebrar, con mucha probabilidad,
una asamblea panetrusca, en el contexto de una gran fiesta religiosa.
Aunque los restos de la Volsinii etrusca no se han localizado con exactitud, se
piensa que tal ciudad, considerada por el bizantino Zonaras (VIII, 7) como una de
las más antiguas y por el retórico e historiador romano del siglo i Valerio Máximo
(IX, I, ext.2) como «cabeza de Etruria», pudo haberse ubicado en las cercanías de Or
vieto, según testimonian los materiales localizados en el Campo della Fiera.
La actual Orvieto, situada sobre una rocosa altura que domina los ríos Chiana y
Paglia, ha facilitado numerosos restos etruscos, entre ellos, los de al menos seis tem
plos, algunos periféricos (como los de Belvedere, del siglo v a.C. —y del que ha lle
gado el podio— y San Giovanni) y también extraurbanos (en la Cannicella), abun
dante material epigráfico, cerámicas obradas en sus talleres y bronces.
En su necrópolis del Crocifisso del Tufo, estudiada por M. Bizarri, que tiene el
aspecto de una verdadera ciudad antigua —y por lo tanto de gran interés para el es
tudio del urbanismo etrusco—, se asientan tumbas a dado, fechadas en los siglos vi y
v a.C., de planta rectangular y de cámara única, coronadas con cipos o estelas, distri
buidas en calles. En otra necrópolis —la de la Cannicella, mucho más antigua—, con
tumbas de fosa y de cámara excavadas en la roca, han aparecido materiales del si
glo vil a.C. (Tomba del Guerriero), así como un santuario, en donde se localizó la céle
bre estatua griega de una divinidad femenina desnuda (la Venus della Cannicella). Mu
chísimo más tardías son las necrópolis, ya algo alejadas, de Settecamini (Tomba Goli
ni I y Golini II) y de Castel Rubello (Tomba degli Hescanas).
En cuanto a los diferentes enclaves arqueológicos del lago Bolsena, cuya zona, en
opinión de P. Tamburini, era fundamental en las relaciones políticas entre los distri
tos de Tarquinia, Vulci y Volsinii, los mismos han facilitado numeroso material, tan
to villanoviano (asentamiento lacustre del Gran Carro) y etrusco (La Capriola, La Ci-
vitá) como romano (Visentium).
A pesar de sus potentes murallas, la Volsinii etrusca, que había hecho frente a
Roma en el 392 a.C., acabó siendo destruida en parte por los cónsules L. Postumio
Megelo y M. Atilio Régulo en el 294 a.C. Pocos años después, en el 280 a.C., su
cumbiría ante el cónsul T. Coruncanio Nepote, quien la saqueó. Tras ser arrasada
por completo en el año 265 a.C. por el cónsul M. Fulvio Flacco como represalia por
la revuelta social antiaristocrática —los romanos se llevarían además 2.000 estatuas del
cercano Fanum Voltumnae—, la ciudad sería reubicada al año siguiente por los vence
dores en torno a la actual Bolsena, en un lugar menos protegido, para así estar perfec
tamente controlada. Se trataba de otra Volsinii nueva, en oposición a la urbs vetus. Se
han podido detectar e individualizar, en lo que fue el nuevo enclave, algunos de los
principales edificios romanos allí erigidos (santuario de Pozarello y de Poggio Casetta,
teatro, anfiteatro, basílica, termas) y también construcciones privadas.
Las n e c r ó p o l is r u pestres
En la Etruria interior, en el amplio espacio comprendido en el triángulo que for
man Volsinii, Viterbo y Tarquinia, regado por numerosos cursos de agua, que a tra
vés de los siglos habían ido excavando profundas gargantas en las rocas tobosas os-
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