Page 171 - ¿Y si quedamos como amigos?
P. 171

******Created by ebook converter - www.ebook-converter.com******




             No me pareció que lo hubiera dicho con resentimiento. Siempre había entendido mi
          relación con ella. Sabía lo que había entre nosotros.
             Bueno, no lo sabía todo.
             Macallan, sin embargo, sí sabía que a Stacey le fascinaban sus brownies rellenos de

          caramelo.
             —Qué divertido —intentó animarme.
             —Psé.
             —Ay,  perdona  —suspiró  con  dramatismo—.  Todo  el  mundo  quería  reunirse  para

          celebrar que la operación salió bien y que se alegran mucho de verte. Debe de ser muy
          duro levantarse por las mañanas.
             —Para tu información, me cuesta mucho levantarme por las mañanas.
             Señalé la férula que llevaba en la pierna.

             Macallan se paró.
             —Mejor voy a buscar a alguien o algo que no esté tan negativo. Esa pared no se ve
          mal.
             Tendí la mano.

             —Por favor, no te vayas.
             Stacey se acercó al sofá con su paso saltarín.
             —¡Viniste! —le dijo a Macallan.
             —Sí, y mira lo que te traje.

             Macallan señaló los brownies. Yo atrapé dos más antes de que Stacey agarrara la
          charola.
             —¡Ñam! —se relamió Stacey—. ¡Muchísimas gracias!
             —De nada.

             Se miraron sin saber qué decir.
             —Eh… —balbuceé.
             —¡Oye! —exclamó Stacey dirigiéndose a Macallan—. Me dijeron que irás al baile
          con Alex. ¡Genial!

             —Sí, será divertido —asintió Macallan.
             —¡Alucinante!
             Stacey  parecía  a  punto  de  estallar,  puede  que  de  felicidad  o  quizá  de  nervios. A
          veces me costaba descifrar sus expresiones.

             —¿Eso es comida?
             Keith se acercó, pero se detuvo en seco al ver a Macallan sentada a mi lado.
             —¡Macallan hizo brownies! —le informó Stacey. Le tendió los dulces a Keith, que
          no sabía qué hacer.

             —Tranquilo —le dijo la cocinera—. No están envenenados.
             Él dio un bocado.


          ******ebook converter DEMO - www.ebook-converter.com*******
   166   167   168   169   170   171   172   173   174   175   176