Page 88 - ¿Y si quedamos como amigos?
P. 88
******Created by ebook converter - www.ebook-converter.com******
—La verdad es que no —se rodeó las piernas con los brazos—. No sé, puede que yo
sea el problema.
—Tú no eres el problema —le aseguré.
—¿Y entonces por qué todas las chicas me engañan?
—No te engañan todas las chicas. Una te engañó y otra tomó una mala decisión.
Suspiró.
—¿Y si se debe a que beso fatal?
—Estoy segura de que no se debe a eso.
—¿Cómo lo sabes? —en eso llevaba razón—. Piénsalo: empiezo a salir con una
chica, y, en cuanto desaparezco diez días, corre a besarse con el primero que encuentra.
Y esta noche me alejo de mi novia unos diez segundos y cuando volteo a mirar está a
punto de besarse con otro. Seguro que hago algo mal.
—Estás diciendo tonterías.
—Yo no lo veo así.
De repente, a Levi le dio por hablar. Se pasó los siguientes cinco minutos diciendo
sin parar que debía de besar fatal y que nunca tendría novia porque era un lerdo. Y que
jamás volvería a salir con una chica porque no confiaba en ellas. Y que era un tipo
patético porque TODAS corrían a besarse con el primero que encontraban en cuanto él se
daba la vuelta.
Me estaba poniendo histérica.
Levi solía tomarse las cosas con mucha filosofía y yo no estaba acostumbrada a que
se autoflagelara por culpa de una chica. Ni a que se pusiera melodramático.
Le repetí una y otra vez que él no tenía la culpa de nada. Emily era la típica que
coquetea con todos. Ni siquiera se podía pensar en ella en términos de “novia” porque
ella prefería picotear de aquí y de allá. En cuanto a Carrie, ¿quién sabe? Era muy joven.
Había cometido un error.
Sin embargo, nada de lo que yo decía servía para consolarlo. Empezaba a sentirme
muy frustrada. Una parte de mí tenía ganas de abofetearlo, pero sabía que eso no lo
haría callar.
—No, te digo que se debe a eso. Beso fatal. Pronto correrá la voz por la escuela y
entonces ninguna chica querrá darme otra oportunidad.
—¡Levi, por el amor de Dios! —le grité.
Y sin pararme a pensar lo que estaba haciendo, lo agarré por las mejillas y lo besé.
Se quedó paralizado durante un par de segundos, seguramente de la impresión. Luego
me rodeó con los brazos y me respondió.
Me aparté y Levi agarró aire.
—¿Qué-que-qué…? —balbuceó.
—No te pasa nada. No besas mal. Lo he comprobado. Asunto arreglado.
******ebook converter DEMO - www.ebook-converter.com*******