Page 85 - ¿Y si quedamos como amigos?
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volvió a decir algo que la hizo reír. Carrie se enrolló al dedo un mechón de pelo.
Ahora, Ian se inclinaba aún más hacia ella. Carrie dejó de sonreír. Se miraban a los
ojos. Con expresión intensa.
Conocía bien la expresión que mostraba Ian ahora mismo. Ladeó la cabeza y levantó
la barbilla de Carrie con el dedo índice.
Aquello no estaba pasando.
—No me creo… —la voz aterrada de Levi me hizo reaccionar.
Abrí la puerta corrediza con tanta fuerza que el vidrio traqueteó.
—¿Cómo te atreves?
Me sorprendí a mí misma plantada delante de Carrie. Sabía que debería haberme
encarado con Ian, pero en aquel momento estaba furiosa con ella. Levi había salido con
Carrie unas cuantas veces, le había presentado a sus amigos y la había llevado a una
fiesta a la que ella no estaba invitada, ¿y así se lo agradecía?
Carrie se apartó pero Ian dio un paso hacia mí.
—¿Esto va en serio?
Nunca lo había visto enfadado, pero ahora mismo echaba chispas.
—¡Dímelo tú! —repliqué.
Me miró asqueado.
—¿No te das cuenta de lo que estás haciendo? ¿Te enojas con Carrie? ¿Acaso te da
igual lo que yo haga? ¿Sabes qué?, no hace falta que me contestes. Está claro que sólo
te importa Levi, no tu novio. No, perdona, tu exnovio.
—A ver si te he entendido bien —mi mente intentaba ordenar lo sucedido durante
aquellos últimos minutos—. Tú estabas tonteando con otra chica. Si yo no hubiera
intervenido, seguramente la habrías besado. Eras tú el que se disponía a engañarme. ¿Y
te enojas conmigo? ¿Rompes conmigo?
—¿Tienes la menor idea de lo mucho que me duele esto?
A Ian se le quebró la voz y comprendí que era sincero. Me sentí fatal. Le había hecho
daño. Sin embargo, yo no había hecho nada que justificara la infidelidad.
—¿Por qué me echas a mí la culpa? —no entendía nada. Ian y yo nunca nos habíamos
peleado. Ni una vez. Estábamos pensando en ir a Milwaukee para celebrar nuestro
primer aniversario. ¿Y ahora rompía conmigo?—. ¿Estuviste tomando?
—Ya sabes que no tomo —me espetó—. Puede que lo haya hecho adrede, para que
sepas lo que se siente cuando tu novio está pendiente de otra. Me gustas mucho,
Macallan, pero no puedo seguir siendo el segundón.
—No dirías eso si Levi fuera una chica.
—Pero no lo es. Y ése es el problema. ¿Por qué no salen de una vez?
Siempre íbamos a parar al mismo punto. Al eterno prejuicio de que Levi y yo no
podíamos ser sólo amigos. Nadie se lo creía.
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