Page 146 - El libro de San Cipriano : libro completo de verdadera magia, o sea, tesoro del hechicero
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RECETA PARA CONSEGUIR A UNA MUJER

           Dice Cipriano que, ante todo, conviene estudiar el carácter
      c inclinaciones de la mujer que se pretende, a fin de regular la nor-
      ma de conducta que ha de observarse en relación a los deseos que
      con ella quieran satisfacerse, es muy conveniente tener en cuenta
      que las mujeres se prendan mucho de la buena presencia y mejor
      porte de la persona que quiere obtener sus favores.
           Observada esta primera condición, y después de haber de-
      clarado a la mujer que se desea, las intenciones que de amarla  y
      servirla se tienen, tómese el corazón de un palomo virgen y dé-
      sele a comer a una culebra; ésta, al cabo de más o menos tiempo,
      morirá.
           Cuando esto suceda, córtesele la cabeza y seqúese a fuego
      lento o sobre una plancha de hierro caliente, y después de secar,
      redúzcase a polvo machacándola en un mortero o almirez, y des-
      pués de haber agregado, al polvo que resulte, unas cuantas gotas
      de láudano, cuando quiera usarse, habréis de retregaros las ma-
      nos con esta preparación, estrechando inmediatamente después
      las de vuestra amada.
         RECETA PARA QUE LOS HOMBRES SE RINDAN
                  A LOS DESEOS DE LAS MUJERES

           Además de las indicaciones primeras que anotamos en la re-
      ceta anterior, como es: estudiar el temperamento, genio o inclina-
      ciones y aseo, la mujer procurará obtener del hombre que escogió,
      una moneda, una medalla, alfiler, el objeto o pedazo de objeto, con
                          que el hombre haya llevado encima lo menos
      tal que sea de plata y
      por espacio de veinticuatro horas. Obtenido esto, la pretendiente
      debe acercarse al hombre, teniendo en la mano derecha el objeto
      de plata y ofreciéndole con la otra una copa de vino, en la cual
      se habrá echado antes una pildora del tamaño de un grano de
      mijo, hecha con los siguientes ingredientes:
           Cabeza de anguila, una.
           Semilla de cáñamo, lo que quepa en las yemas de los dedos.
           Láudano, dos gotas.
           Luego que, forzosamente, haya bebido el hombre de este vi-
      no, amará forzosamente también a la mujer que se lo propinó, no
      siéndole posible esquivarla mientras dure el encanto, cuyos efec-
      tos pueden renovarse siempre, sin inconveniente alguno.
           Sin embargo,  si el hombre fuese tan fuerte que resistiera el
      medicamento, o que éste no obrare con la prontitud y eficacia anhe-
       ladas, la mujer debe invitarle a tomar chocolate, té o café, en el
      cual mezclará los ingredientes que a continuación se expresan:
           Canela en polvo, dos dedos.
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