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muy delicado, especialmente en el trazado de los caracteres latinos, ya que su belleza
y también su principal dificultad reside en la alternancia de gruesos y finos. Éstos
últimos deben trazarse sin variación ya que es imposible corregirlos, lo cual supone
una angustia terrible para el calígrafo. Antes del primer uso conviene mojar el pincel
en agua para eliminar la cola. Por otro lado, siempre debemos humedecerlo antes
de entintarlo. También debe enjuagarse después de cada uso y suspenderse cabeza
abajo. Por último, y contrariamente a algunas ideas, no es aconsejable recortar los
pelos de la punta del pincel, pues con ello p ierde su aspecto afilado.
Según Cennino Cennini, en Europa los miniaturistas de la Edad Media
acostumbraban a utilizar un pincel de pelo de ardilla, sobre cuya fabricación nos
ofrece una completa descripción en JI Libro dell'Arte: «Utiliza colas ele ardilla, pues
las otras no valen nada; deberán estar hervidas y no crudas, los mercaderes de pieles
así le lo d irán. Cuando tcngns las colas, retira primero los pelos de la punta, que
son largos; reuniendo los pelos de seis o siete colas harás un pincel suave. Para ello,
forma pequeiios manojos de pelos, júntalos y apriétalos con los dedos para que se
puedan introducir en una pluma dr buitre, de gallina o de paloma, según el grosor.
Cuando hayas hecho todas estas separaciones, ata los pelos con hilo o seda encerada.
Después coge el mango de la pluma correspondiente al grosor de los pelos atados e
introdúcelos suavemente, habiéndoles aplicado previamente un poco de cola.
Déjalo secar y tu pincel estará listo. ~ En la actualidad se utiliza un pincel muy
parecido al que describe Cennino, elaborado con pelo de marta de Rusia (Kolinskt),
sin duda el mejor y más costoso. Este pincel difiere bastante poco del pincel
chino, excepto en su delgadez y su mecha de pelo mucho más corta. Se trata
de un instrumento de alta precisión y relativamente frágil, que debe Jimpian;e
frecuentemente, sobre todo después de usar tinta china. Los calígrafos actuales lo
emplean poco, probablemente por su difícil manejo, aunque algunos saben apreciar
su espontaneidad y sensibilidad.
El p apiro
A lo largo de su historia, el hombre ha buscado los soportes más aptos y dignos para
recibir el mensaje escrito. Estos soportes han sido muy diversos, como la piedra, el
hueso, el marfil, el metal, la arcilla, las tablillas enceradas o las hojas de palma.
Los criterios que han presidido la elección del soporte han sido la faci lidad de
aprovisionamiento y las garantías de durabilidad. En cualquier caso, no es nuestro
propósito ofrecer una lista exhaustiva de las superficies de escritura, sobre todo
teniendo en cuenta la singularidad de las diferentes culturas y la perspicacia de los
escritores. No obstante, debemos constatar que la materia vegetal más utilizada htc
sin duda el papiro Cyperus papyrus, una especie de caña que crece en las orillas de
los ríos y de los lagos de ciertos países de la cuenca mediterránea. El tallo del papiro,
terminado en una panícula, puede alcanzar una altura de tres metros. El proceso de
fabricación que permite trasformar el papiro en una hoja es relativamente sencillo.
Una vez despojado de sus raíces y hojas, se retira la corteza del tallo, con lo que la
médula queda al descubierto, y se corta en finas láminas que se colocan sobre una
piedra p lana para formar una capa doble entrecruzada. Se cubre la superficie con un
paño protector y se trabaja a golpes de maza d urante una o dos horas hasta obtener
1. Pincel de pelo de caballo, 26 cm. una hoja de una sola p ieza. El jugo de la plan ta actúa como aglutinante. La ú ltima
2. Pincel de pelo de pa111cra china, 32 cm. operación consiste en pulir la superficie con una piedra redonda y en desbarbar los
Se uti liza para trazar I<Js hojas de bambú.
bordes desiguales. Colocadas u na junto a otra, las hojas forman un rollo de papiro.
Se trata dr un pincel raro, difícil de obtener.
El rollo de papiro, considerado durante mucho tiempo como un soporte refinado,
3· Pincel de pelo de caballo, muy apreciado para
la caligrafía de estilo cursivo Xing Shu, 28 cm. fue empleado hasta el siglo xt por la curia apostólica para la elaboración de los
.;!8 LOS ÚTILES DEL CI\Lil;RIHO