Page 341 - Libro de Compilacion 2019_Neat
P. 341
existencia, para sentirnos más cómodos ante el entorno hostil. “Las cosas no se comportan regularmente conforme a una regla; no hay cosas (se trata de una ficción); tampoco se comportan bajo necesidad. En este mundo no se obedece; pues el ser algo tal cual es, de tal fuerza, de tal debilidad, no es el resultado de obediencia, regla ni necesidad” (“La voluntad de poder”). C) Otra crítica que realiza el gran Nietzsche, es con relación a la validez del ejercicio de la razón: en este punto la crítica a la ciencia se incluye en la crítica más general de toda actitud (incluida la filosófica) que considera a la razón como el instrumento legítimo para el conocimiento. La razón no se puede justificar a sí misma: ¿por qué creer en ella?; la razón es una dimensión de la vida humana, surge de forma tardía en el mundo y muy posiblemente, dice Nietzsche, desaparecerá del Universo; y nada habrá cambiado con dicha desaparición. Junto con la razón, en el hombre encontramos otras dimensiones primordiales (la imaginación, la capacidad de apreciación estética, los sentimientos, el instinto, ...) y todas ellas pueden agitar nuestro juicio, todas ellas son capaces de motivar nuestras creencias. La razón no es mejor que otros medios para conseguir un conocimiento de la realidad (en todo caso es peor puesto que el mundo no es racional). La ciencia se equivoca al destacar excesivamente la importancia de la razón como instrumento para intuir la realidad. D) Legitimidad de las matemáticas, la ciencia actual considera que la matemática es un instrumento conveniente para expresar con exactitud el comportamiento de las cosas. Para Nietzsche, sin embargo, esta forma de entender el mundo es aún más errónea que otras formas de cientificidad. Las matemáticas puras no refieren nada real, son invenciones humanas; en el mundo no existen líneas rectas, ni triángulos, ni ninguna de las perfectas figuras a las que se refiere la geometría. En el mundo no existen números, ni siquiera propiamente unidades. Cuando expresamos que algo es una cosa (una mesa, un árbol, ...), lo que hacemos es simplificar la realidad que se nos ofrece a los sentidos, someterla a un concepto, esconder su pluralidad y variación constante. Las matemáticas desechan la dimensión cualitativa del mundo, de su riqueza y pluralidad. Podemos 341