Page 386 - El Retorno del Rey
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acercársele. Allí estaba Helm, muerto como una piedra; pero no había doblado
las rodillas. No obstante, los hombres dijeron que el cuerno se escuchaba aún de
vez en cuando en el Abismo, y que el espectro de Helm andaba entre los
enemigos de Rohan y los mataba de miedo.
Poco después el invierno cedió. Entonces Fréaláf, hijo de Hild, hermana de
Helm, descendió del Sagrario, al que muchos habían huido; y con una pequeña
compañía de hombres sorprendió a Wulf en Meduseld y le dio muerte, y
reconquistó Edoras. Hubo grandes inundaciones después de las nieves, y el valle
de Entaguas se convirtió en un pantano gigantesco. Los invasores del Este
perecieron o se retiraron; y al fin vino ayuda de Gondor, por los caminos del este
y del oeste de las montañas. Antes de que terminase el año (2759), los
Dunlendinos fueron expulsados, aun de Isengard, y entonces Fréaláf fue
rey."Helm fue transportado de Cuernavilla y sepultado en el noveno montículo.
Desde entonces el blanco simbelmynë creció allí muy denso, de modo que el
montículo parecía estar siempre cubierto de nieve. Cuando Fréaláf murió, se
levantó el primero de una nueva hilera de montículos.
Los Rohirrim quedaron muy disminuidos a causa de la guerra y la escasez y la
pérdida de ganado y de caballos; y fue una gran fortuna que ningún peligro de
consideración los amenazara después por muchos años, pues sólo en los tiempos
del Rey Folcwine recobraron sus viejas fuerzas.
Fue en ocasión de la coronación de Fréaláf cuando apareció Saruman
portando regalos y hablando con grandes halagos del valor de los Rohirrim. Todos
lo consideraron un huésped merecedor de la mejor de las bienvenidas. Poco
después fue a Isengard, autorizado por Beren, Senescal de Gondor. Pues Gondor
consideraba aún que Isengard era una fortaleza del reino, y no una parte de
Rohan. También dio a Saruman en custodia las llaves de Orthanc. Ningún
enemigo había logrado nunca dañar esa torre, ni tampoco entrar en ella.
De este modo Saruman empezó a comportarse como señor de los Hombres;
porque al principio habitó en Isengard como teniente del Senescal y guardián de
la torre. Pero a Fréaláf esto lo complacía tanto como a Beren, y le alegraba que
Isengard estuviera en manos de un amigo capaz. Durante largo tiempo pareció
que era un amigo, y quizá en un principio lo fuera en verdad. Aunque después
casi todos estuvieron seguros de que Saruman había ido a Isengard con la
esperanza de encontrar la Piedra que estaba todavía allí, y con el propósito de
acrecentar su propio poder. Por cierto, después del último Concilio Blanco (2953)
trabajó en secreto contra Rohan. Luego se instaló en Isengard como si le
perteneciera e hizo de él un lugar poderoso y temible, como si quisiera rivalizar
con Barad-dûr. Escogía a sus amigos y sirvientes entre quienes odiaban a Gondor
y a Rohan, fueran Hombres u otras criaturas aún más malvadas.