Page 382 - El Retorno del Rey
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II
La Casa de Eorl
Eorl el joven era señor de los Hombres de Éothéod. Esa tierra se encontraba
cerca de las fuentes del Anduin, entre las más lejanas estribaciones de las
Montañas Nubladas y el extremo norte del Bosque Negro. Los Éothéod se habían
trasladado a esas regiones en los días del Rey Eärnil lI desde las tierras de los
valles del Anduin entre Carroca y los Gladios, y eran por origen parientes
cercanos de los Beórnidas y de los hombres de los bordes occidentales del
bosque. Los antepasados de Eorl se decían descendientes de los reyes de
Rhovanion, cuyo reino se extendía más allá del Bosque Negro, antes de la
invasión de los Aurigas, y de este modo se consideraban parientes de los reyes de
Gondor que descendían de Eldacar. Amaban sobre todo las llanuras y eran
aficionados a los caballos y a todo cuanto se relacionaba con cabalgatas; pero
había muchos hombres en los valles centrales del Anduin en aquellos días, y
además la sombra de Dol Guldur estaba alargándose, de modo que cuando
supieron de la derrota del Rey Brujo, buscaron otras tierras en el Norte, y
expulsaron al resto del pueblo de Angmar al lado oriental de las Montañas. Pero
en los días de Léod, padre de Eorl, habían llegado a ser un pueblo numeroso y se
sentían otra vez algo bastante apretados en la tierra natal.
En el año dos mil quinientos diez de la Tercera Edad, un nuevo peligro
amenazó a Gondor. Una gran hueste de hombres salvajes venidos del nordeste
invadió Rhovanion, y descendiendo de las Tierras Pardas, cruzó el Anduin en
balsas. Al mismo tiempo, por azar o designio, los Orcos (que en ese tiempo, antes
de trabarse en guerra con los Enanos, estaban en la plenitud de sus fuerzas)
descendieron de las Montañas. Los invasores penetraron en Calenardhon, y
Cirion, Senescal de Gondor, envió mensajeros al norte en busca de ayuda;
porque había una vieja amistad entre los Hombres del Valle del Anduin y el
pueblo de Gondor. Pero en el valle del Río los hombres eran ahora pocos, y
estaban esparcidos, y sólo lentamente podían prestar la ayuda que se les pedía.
Por fin le llegó a Eorl la noticia del apuro en que se encontraba Gondor, y aunque
parecía ya tarde, partió con un gran ejército de jinetes.
Así llegó a la batalla del Campo de Celebrant, porque ése era el nombre de la
tierra verde que se extendía entre el Cauce de Plata y el Limclaro. Allí se
encontraba en peligro el ejército septentrional de Gondor. Derrotado en El
Páramo y aislado del sur, había sido expulsado más allá del Limclaro, y fue
entonces atacado de súbito por la hueste de Orcos que lo rechazó hacia el Anduin.
Se había perdido toda esperanza cuando, inesperadamente, los jinetes llegaron
del Norte y atacaron al enemigo por la retaguardia. Entonces se invirtió la
fortuna de la batalla y elenemigo fue rechazado en medio de una gran matanza
hacia el Limclaro. Eorl condujo a sus hombres tras ellos, y tan grande fue el