Page 472 - El Retorno del Rey
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De los Elfos
      H ace ya mucho, en los Días Antiguos, los Elfos se dividieron en dos grandes
      ramas: los Elfos del Oeste (los Eldar) y los Elfos del Este. A esta última especie
      pertenecía  la  mayor  parte  de  los  pueblos  que  habitaban  el  Bosque  Negro  y
      Lórien; pero sus lenguas no aparecen en esta historia, en la que todos los nombres
      y las palabras élficas se dan en la forma Eldarin. [49]
        De las lenguas Eldarin, en este libro aparecen dos: el alto élfico o Quenya y
      la de los Elfos Grises o Sindarin. El alto élfico es una antigua lengua de Eldamar,
      más allá del Mar, la primera en la que aparecen documentos escritos. No era ya
      una lengua nativa, sino que se había convertido, por así decir, en una especie de
      « latín élfico» , y los Altos Elfos, que habían vuelto a la Tierra Media al término
      de la Primera Edad, lo utilizaban todavía en las ceremonias y en los elevados
      asuntos de la ciencia y el canto.
        En su origen la lengua de los Elfos Grises estaba emparentada con el Quenya;
      porque  era  la  lengua  de  aquellos  Eldar  que  habían  llegado  a  las  orillas  de  la
      Tierra Media y no habían atravesado el Mar, quedándose un tiempo en las costas
      del país de Beleriand. Allí Thingol Mantogrís de Doriath era el rey, y en el largo
      crepúsculo  la  lengua  había  cambiado  junto  con  loscambios  de  las  tierras
      mortales, y se había apartado mucho de la lengua de los Eldar de más allá del
      Mar.
        Los Exiliados, que habitaban entre la más abundante población de los Elfos
      Grises, habían adoptado el Sindarin para el uso cotidiano; por tanto, ésa era la
      lengua de todos los Elfos y señores élficos que aparecen en esta historia. Pues
      éstos eran todos de raza Eldarin, aun cuando el pueblo al que gobernaran fuera de
      clanes menores. La más noble de todos era la Señora Galadriel, de la casa real
      de Finarfin y hermana de Finrod Felagund, Rey de Nargothrond. En el corazón
      de los Exiliados la nostalgia por el Mar fue una inquietud que jamás se apaciguó;
      dormitaba en el corazón de los Elfos Grises, pero, una vez despierta, ya no era
      posible calmarla.
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