Page 474 - El Retorno del Rey
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escasos en número que los hombres menores entre quienes vivían y a quienes
gobernaban, pues eran señores de larga vida y gran sabiduría y poder. Por tanto,
en el trato con otros pueblos y en el gobierno de sus vastos reinos emplearon la
Lengua Común; pero la ampliaron y la enriquecieron con muchas palabras
élficas.
En los días de los reyes Númenóreanos, esta ennoblecida lengua se extendió
ampliamente aun entre pueblos enemigos, y los Dúnedain mismos la utilizaron
cada vez más, de modo que en el tiempo de la Guerra del Anillo la lengua élfica
era sólo conocida por una parte pequeña de los pueblos de Gondor, y menos aún
eran los que la hablaban cotidianamente. Estos vivían sobre todo en Minas Tirith
y las regiones vecinas, y en la tierra de los príncipes tributarios de Dol Amroth.
No obstante, los nombres de casi todos los lugares y personas del reino de Gondor
tenían forma y significación élficas. El origen de unos pocos estaba olvidado y
provenían sin duda de antes de que los barcos de los Númenóreanos se hicieran a
la mar; entre éstos se contaban Umbar, Arnach y Erech; y los nombres de
montañas Eilenach y Rimmon. Forlong era también un nombre de la misma
especie.
La mayor parte de los Hombres de las regiones septentrionales de las tierras
del oeste descendían de los Edain de la Primera Edad y de parientes suyos muy
próximos. Por tanto, sus lenguas estaban emparentadas con el Adûnaic, y algunas
conservaban todavía cierta semejanza con la Lengua Común. De esta especie
eran los pueblos de los valles del curso superior del Anduin: los Beórnidas y los
Hombres del Bosque Negro; y, más hacia el norte y el este, los Hombres de Lago
Largo y de Valle. De las tierras que se extendían entre los Gladios y Carroca,
provenía el pueblo que se conoció en Gondor como los Rohirrim, los Señores de
los Caballos. Hablaban todavía su lengua ancestral, y en ella dieron nuevos
nombres a la mayor parte de los lugares de su nuevo país; y se llamaron a sí
mismos los Eorlingas o los jinetes de la Marca. Pero los señores de ese pueblo
hablaban la Lengua Común con espontaneidad y nobleza según la manera de los
aliados de Gondor; porque en Gondor, de donde provenía, el Oestron era aún de
un estilo más gracioso y antiguo.
Muy distinto era el lenguaje de los Hombres Salvajes del Bosque de Drúadan.
También distinto o sólo remotamente emparentado, era el lenguaje de los
Dunlendinos. Eran éstos un resto de los pueblos que habían habitado en los valles
de las Montañas Blancas en eras pasadas. Los Hombres Muertos del Sagrario
pertenecían a ese clan. Pero en los Años Oscuros otros se habían trasladado a los
valles australes de las Montañas Nubladas; y desde allí algunos fueron a las
tierras desiertas adentrándose hacia el norte hasta las Quebradas de los Túmulos.
De ellos provenían los Hombres de Bree; pero se habían sometido mucho antes al
Reino Septentrional de Arnor y habían adoptado la lengua Oestron. Sólo en las
Tierras Brunas los Hombres de esta raza conservaron su propia lengua y