Page 34 - La Traición de Isengard
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II
LA CUARTA ETAPA (1):
DE HOBBITON A BREE
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La reconsideración y reescritura de este período condujo a una situación
extremadamente compleja en los elementos presentes en los capítulos-
manuscritos del libro. Algunos de los manuscritos de la « tercera etapa» se
hallaban entonces, a su vez, llenos de correcciones y tachaduras, e intercalados
con adiciones insertadas, de modo que se hicieron caóticos (cf. RS 385-386). En
este caso, sin embargo, como las partes importantes del manuscrito no
necesitaban corregirse, o muy poco, mi padre escribió de nuevo sólo aquéllas
que habían sido muy afectadas por la revisión, y a éstas les añadió los segmentos
no alterados de los textos originales de la « tercera etapa» . Por lo tanto, para esta
« cuarta etapa» , algunos de los manuscritos son textualmente híbridos, mientras
que otros continúan siendo comunes a ambas « etapas» (sin duda se trata de una
concepción algo artificial).
Las partes rechazadas de los manuscritos de la « tercera etapa» fueron
separadas y descartadas, y, en un sentido, « perdidas» , de modo que cuando se
envió la serie de la « cuarta etapa» a la Universidad de Marquette unos dieciocho
años después, estas páginas reemplazadas —y buena parte de los bocetos
preliminares para su sustitución— se quedaron en Inglaterra. Volver a reunirías,
y resolver el enredo de todo el conjunto tan ampliamente separado, no resultó
nada fácil; pero no me cabe ninguna duda de que en el resultado, la historia de
estos textos ha sido correctamente establecida. [22]
Cuando sea necesario distinguir entre la revisión del borrador y del
manuscrito en limpio en el que se ha basado, llamaré al primero « A» y al
segundo « B» para el propósito de este capítulo.
La revisión de este período llegó a convertirse en el texto, en casi su totalidad,
del Libro I de CA, aunque con ciertas excepciones importantes y notables; y en
lo que sigue hay que presuponer una serie de cambios menores, pues tendría
poco sentido explicarlos de forma detallada. Ciertamente, es extraordinario ver
que, a finales de 1939, la historia hasta Rivendel, después de tantas y meticulosas
revisiones, se había desarrollado de tal modo que era posible leer gran parte del