Page 103 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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palabras, Orfeo es la doctrina secreta (Apolo) revelada a través de la música (Calíope).

  Eurídice  es  la  humanidad  que  muere  por  la  picadura  de  la  serpiente  del  falso
  conocimiento  y  queda  prisionera  en  el  infierno  de  la  ignorancia.  En  esta  alegoría,

  Orfeo representa la teología, que consigue ganársela al rey de los muertos, aunque no

  logra  resucitarla,  porque  juzga  mal  y  desconfía  del  conocimiento  innato  que  hay

  dentro  del  alma  humana.  Las  mujeres  de  Ciconia  que  descuartizaron  a  Orfeo
  simbolizan  las  diversas  facciones  teológicas  rivales  que  destruyen  el  cuerpo  de  la

  Verdad. Sin embargo, no lo consiguen mientras sus gritos discordantes no ahogan la

  armonía que Orfeo producía con su lira mágica. La cabeza de Orfeo representa las

  doctrinas esotéricas de su culto, que siguen viviendo y hablando aun después de que
  su cuerpo (el culto) haya sido destruido. La lira es la enseñanza secreta de Orfeo; las

  siete  cuerdas  son  las  siete  verdades  divinas  que  constituyen  las  claves  del

  conocimiento  universal.  Las  diferentes  versiones  de  su  muerte  representan  los
  distintos  medios  utilizados  para  destruir  las  enseñanzas  secretas:  la  sabiduría  puede

  morir de muchas formas diferentes al mismo tiempo. La alegoría de Orfeo encarnado

  en el cisne blanco significa, simplemente, que las verdades espirituales que promulgó
  continuarán  y  serán  enseñadas  por  los  iniciados  iluminados  de  todos  los  siglos

  futuros. El cisne es el símbolo de los iniciados en los Misterios y también es símbolo

  del poder divino que ha creado el mundo.





  Los ritos báquicos y dionisíacos



  El rito báquico gira en torno a la alegoría del joven Baco (Dioniso o Zagreo), que fue

  descuartizado por los titanes. Estos gigantes consiguieron destruir a Baco al hacer que
  quedara fascinado por su propia imagen reflejada en un espejo. Tras desmembrarlo,

  los titanes primero hirvieron los trozos en agua y después los asaron. Palas rescató el

  corazón del dios asesinado y esta precaución permitió a Baco (Dioniso) volver a surgir

  con todo su esplendor anterior. Júpiter, el demiurgo, que vio el crimen de los titanes,
  les arrojó sus rayos y los mató y quemó sus cadáveres hasta reducirlos a cenizas con el

  fuego celestial. De las cenizas de los titanes, que también contenían una parte de la

  carne de Baca cuyo cuerpo habían devorado en parte, fue creada la raza humana. Por
  eso  se  decía  que  la  vida  cotidiana  de  los  hombres  contenía  una  parte  de  la  vida

  báquica.

       Por  este  motivo,  los  Misterios  griegos  advertían  contra  el  suicidio.  Aquel  que

  intente destruirse alza su mano contra la naturaleza de Baco que lleva en su interior, ya
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