Page 106 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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incorporación del principio báquico a la forma. Después asaron los trozos para
significar el posterior ascenso de la naturaleza espiritual al salir de su forma.
Cuando Júpiter, padre de Baco y demiurgo del universo, vio que los titanes
estaban involucrando irremediablemente la idea racional o divina al esparcir sus
miembros a través de los componentes del mundo inferior, mató a los titanes para que
la idea divina no se perdiera por completo. Con las cenizas de los titanes formó la
humanidad, cuya existencia tenía por objeto preservar y, con el tiempo, liberar la idea
báquica, o el alma racional, de la maquinación titánica, Júpiter, como demiurgo y
creador del universo material, es la tercera persona de la triada creadora y, por
consiguiente, el señor de la muerte, porque la muerte solo existe en la esfera inferior
del ser que él preside. Se produce la desintegración para que, a continuación, pueda
haber reintegración a un nivel superior de la forma o la inteligencia. Los rayos de
Júpiter simbolizan su poder desintegrador y revelan la finalidad de la muerte, que es
rescatar el alma racional del poder devorador de la naturaleza irracional.
El hombre es una criatura compuesta, cuya naturaleza inferior consiste en
fragmentos de los titanes y cuya naturaleza superior es la carne (vida) sagrada e
inmortal de Baco. Por eso, el hombre puede tener tanto una existencia titánica
(irracional) como una báquica (racional). Es probable que los titanes de Hesíodo, que
eran doce, fueran análogos al zodiaco celeste, mientras que los titanes que asesinaron
y descuartizaron a Baco representaran los poderes zodiacales distorsionados por su
intervención en el mundo material. De este modo, Baco representa el sol, que es
desmembrado por los signos del Zodiaco y a partir de cuyo cuerpo se forma el
universo. Cuando se crearon las formas terrenales a partir de las diversas partes de su
cuerpo, se perdió la sensación de integridad y se impuso la sensación de separación.
El corazón de Baco, salvado por Palas, o Minerva, fue extraído de los cuatro
elementos simbolizados por su cuerpo desmembrado y llevado a las capas celestiales.
El corazón de Baco es el centro inmortal del alma racional.
Después de que el alma racional se hubiese distribuido por toda la creación y la
naturaleza del hombre, se instituyeron los Misterios báquicos a fin de desenredarla de
la naturaleza titánica irracional. Este proceso consistía en elevar el alma para hacerla
salir de su estado de separación y entrar en el de unidad. Se recuperaron las distintas
partes y los distintos miembros de Baco que estaban dispersos por todo el mundo.
Una vez reunidas todas las panes racionales, Baco resucita.
Los ritos de Dioniso eran muy similares a los de Baco y muchos consideran a
estos dos dioses uno solo. Se transportaban estatuas de Dioniso en los Misterios
eleusinos, sobre todo en los grados inferiores. Baco, que representa el alma de la