Page 101 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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se puede mancillar. Algunos han pensado que una piedra negra simbolizaba la
invisibilidad de la esencia divina. Para expresar la razón suprema, la Divinidad se
representaba con forma humana y hermosa, porque Dios es la fuente de la belleza; con
diferentes edades y en diversas actitudes, sentada o de pie, de un sexo u otro, como
una virgen o un joven, un esposo o una novia, para que se pudieran marcar todos los
tonos y los matices. Por consiguiente, todo lo luminoso se atribuía a los dioses; la
esfera y todo lo que es esférico, al universo, al sol y la luna y en ocasiones a la
Fortuna y la Esperanza: el círculo y todas las figuras circulares, a la eternidad: a los
movimientos celestes, a los círculos y las zonas de los cielos; la sección de los
círculos, a las fases de la luna, y las pirámides y los obeliscos, al principio ígneo y, a
través de este, a los dioses del cielo. Un cono expresa el sol; un cilindro, la tierra; el
falo y el triángulo (símbolo de la matriz) designan la generación». [13]
Según Heckethorn, los Misterios eleusinos sobrevivieron a todos los demás y no
dejaron de existir como institución hasta casi cuatrocientos años después de Cristo,
cuando finalmente los suprimió Teodosio (llamado «el Grande»), que destruyó con
crueldad todo lo que no aceptaba la fe cristiana. Con respecto a esta, que fue la más
grande de todas las instituciones filosóficas dijo Cicerón que enseñaba a los hombres
no solo a vivir, sino también a morir.
Los misterios órficos
Orfeo, el bardo tracio y gran iniciador de los griegos, dejó de ser conocido como
hombre y fue alabado como divinidad varios siglos antes de la era cristiana. Escribe
Thomas Taylor: «En cuanto al propio Orfeo […], casi no se encuentran vestigios de
su vida entre las inmensas ruinas del tiempo. Porque ¿quién ha podido asegurar jamás
algo con certeza acerca de su origen, su edad, su país y su condición? De lo único de
lo que podemos estar seguros, de común acuerdo, es de que antiguamente vivió una
persona llamada Orfeo, que fue el fundador de la teología entre los griegos, el que
instituyó su vida y su moral, el primero de los profetas y el príncipe de los poetas; él
mismo era hijo de una musa y enseñó a los griegos sus ritos y sus misterios sagrados;
de su sabiduría, como de una fuente perenne y abundante, brotaron la musa divina de
Homero y la teología sublime de Pitágoras y Platón». [14]
Orfeo fue el fundador del sistema mitológico griego, que le sirvió para promulgar
sus doctrinas filosóficas. El origen de su filosofía es incierto. Es posible que la
obtuviera de los brahmanes y hay leyendas que dicen que era hindú; su nombre
podría derivar de ὀρφανῖος, que significa «oscuro». Orfeo fue iniciado en los
Misterios egipcios, de los cuales obtuvo amplios conocimientos de magia, astrología,
hechicería y medicina. También le fueron confiados los Misterios cabíricos de
Samotracia, que contribuyeron, sin duda, a sus conocimientos de medicina y de