Page 85 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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al cuerpo del dios. Otras lo mostraban como una mezcla de Osiris y Apis.

       Una descripción del dios que, con toda probabilidad, resulta bastante exacta es la
  que lo representa como una figura alta y poderosa, que transmite la doble impresión

  de  fuerza  masculina  y  gracia  femenina,  con  el  rostro  de  alguien  profundamente

  sumido en sus pensamientos y una expresión más bien triste. Tenía el cabello largo y

  peinado  de  un  modo  algo  femenino,  con  rizos  que  le  caían  sobre  el  pecho  y  los
  hombros;  el  rostro,  dejando  aparte  la  espesa  barba,  también  era  francamente

  femenino.  La  figura  de  Serapis  solía  aparecer  envuelta  de  la  cabeza  a  los  pies  en

  gruesos ropajes, que los iniciados creían que servían para ocultar el hecho de que su

  cuerpo era andrógino.
       Varios materiales se emplearon para hacer las estatuas de Serapis. No cabe duda de

  que algunas fueron talladas en piedra o mármol por artesanos hábiles; es posible que

  otras  se  fundieran  en  metales,  tanto  preciosos  como  de  baja  ley.  Se  ha  hecho  un
  Serapis colosal combinando láminas de distintos metales. En un laberinto consagrado

  a Serapis había una estatua suya de cuatro metros de altura que tenía fama de estar

  hecha  de  una  sola  esmeralda.  Los  escritores  modernos,  al  hablar  de  esta  imagen,
  sostienen que había sido hecha vertiendo cristal verde en un molde, aunque, según los

  egipcios, soportó todas las pruebas como si fuera una esmeralda de verdad.

       San  Clemente  de  Alejandría  describe  una  figura  de  Serapis  hecha  con  los

  siguientes  elementos:  en  primer  lugar,  limaduras  de  oro,  plata,  plomo  y  estaño;  en
  segundo lugar, todo tipo de piedras egipcias, incluidos zafiros, hematitas, esmeraldas y

  topacios, todo esto molido y mezclado con la sustancia colorante que había quedado

  del funeral de Osiris y Apis. El resultado era una figura extraña y curiosa de color añil.

       Algunas de las estatuas de Serapis debían de estar hechas de sustancias sumamente
  duras, porque, cuando un soldado cristiano, en cumplimiento del edicto de Teodosio,

  golpeó  al  Serapis  alejandrino  con  su  hacha,  esta  se  hizo  añicos  y  de  ella  salieron

  chispas. También es bastante probable que se adorara a Serapis en forma de serpiente,
  al igual que muchas de las divinidades superiores del panteón egipcio y el griego.

       Llamaban a Serapis Teón Heptagrámmaton, o el dios con el nombre de siete letras.

  El  nombre  «Serapis»  contiene  siete  letras,  como  «Abraxas»  y  «Mithras».  En  sus

  himnos a Serapis, los sacerdotes cantaban las siete vocales. De vez en cuando se lo
  representa  con  cuernos  o  una  corona  de  siete  rayos,  que,  evidentemente,

  representaban las siete inteligencias divinas que se manifiestan a través de la luz solar.

  La Enciclopedia Británica destaca que la mención auténtica más antigua de Serapis

  está relacionada con la muerte de Alejandro. Era tal el prestigio de Serapis que fue el
  único dios al que consultaron en relación con el rey moribundo.
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