Page 81 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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determinadas escuelas de cristianos, que adoraban al Nous (Cristo) y la auténtica luz

  espiritual de los eones superiores.
       Tras la muerte de Basílides, Valentino se convirtió en la principal inspiración del

  movimiento  gnóstico.  Complicó  aún  más  el  sistema  de  la  filosofía  gnóstica,

  añadiéndole  infinidad  de  detalles.  Incrementó  la  cantidad  de  emanaciones  del  Gran

  Uno (el Abismo) a quince parejas y también hizo mucho hincapié en la Virgen Sofía, o
  la sabiduría. En los Libros del Salvador, parte de los cuales se conocen habitualmente

  como el Pistis Sophia, se puede encontrar bastante material relacionado con la extraña

  doctrina de los eones y sus peculiares habitantes James Freeman Clarke, refiriéndose a

  las doctrinas de los gnósticos, dice lo siguiente:«Estas doctrinas, por extrañas que nos
  parezcan, tuvieron amplia influencia en la Iglesia cristiana». Muchas de las teorías de

  los antiguos  gnósticos,  en  particular  las relacionadas  con  cuestiones  científicas,  han

  sido corroboradas por la investigación moderna. Del tronco principal del gnosticismo
  se  ramificaron  varias  escuelas,  como  los  valentinianos,  los  ofitas  (adoradores  de

  serpientes)  y  los  adamitas.  A  partir  del  siglo  III,  su  poder  decayó  y  los  gnósticos

  prácticamente  desaparecieron  del  mundo  filosófico.  En  la  Edad  Media  intentaron
  resucitar  los  principios  del  gnosticismo,  pero,  debido  a  la  destrucción  de  sus

  documentos, no pudieron conseguir el material necesario. Todavía existen muestras de

  la filosofía gnóstica en el mundo moderno, pero llevan otros nombres y su verdadero

  origen ni siquiera se sospecha. En realidad, muchos de los conceptos gnósticos se han
  incorporado  a  los  dogmas  de  la  Iglesia  cristiana  y  nuestras  interpretaciones  más

  recientes del cristianismo a menudo siguen las líneas del emanacionismo gnóstico.





  Los misterios de User-Hep



  La identidad del Serapis grecoegipcio (al que los griegos conocían como Serapis y los

  egipcios como User-Hep) está envuelta en un velo de misterio impenetrable. Aunque

  esta  divinidad  era  una  figura  conocida  entre  los  símbolos  de  los  ritos  secretos  de
  iniciación  egipcios,  su  naturaleza  arcana  solo  se  revelaba  a  aquellos  que  habían

  cumplido los requisitos de su culto. Por consiguiente, lo más probable era que, salvo

  los sacerdotes iniciados, ni los propios egipcios conocieran su verdadero carácter. No
  se tiene constancia de que exista ninguna versión auténtica de los ritos de Serapis si

  bien un análisis de la divinidad y los símbolos que la acompañan revela sus puntos

  más destacados. En un oráculo entregado al rey de Chipre, Serapis se describe a sí

  mismo con estas palabras:
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